La que estamos viendo es la Serie A más incierta de la última década en la lucha por el scudetto, pero, aunque con poco margen, sigue teniendo una certeza: el Nápoles en el primer puesto. Los azzurri tumbaron 1-0 a la Roma en el Maradona y mantuvieron el liderato, dejando atrás, con un punto de ventaja, a Atalanta, Inter y Fiorentina, que siguen pisando fuerte al acecho del equipo azzurro, capaz de superar de manera positiva el momento más complicado de su calendario, cosechando siete puntos en total contra Milan e Inter en San Siro y Atalanta y Roma en Fuorigrotta.
Claudio Ranieri llegó con el objetivo de normalizar la situación de un equipo giallorosso que vivió un agobio constante en los últimos meses, algo que se tradujo en una enorme fragilidad. En el Maradona, por eso, optó, con Dybala (tocado) en el banquillo, por alinear un cerrado 4-4-1-1, quedándose atrás y formando un muro que no le daba profundidad a los azzurri. Los de Conte, con su once de gala, dominaron la posesión (llegando al descanso con el 76%) y buscaron romper el catenaccio romanista sobre todo con las llegadas de Politano y Kvaratskhelia. El georgiano, con un cabezazo, y el italiano, con una rosca, estuvieron cerca del 1-0, que también buscó dos veces McTominay, topándose con un atento Svilar.Estaba faltando, entre los partenopei, la aportación de Lukaku, enjaulado entre Ndicka y Mancini y con poco espacio para hacer daño.
La reanudación comenzó con una medida de Claudio Ranieri, que quitó a El Shaarawy y puso a Hummels, pasando a una zaga de tres. El alemán, que hasta ahora se había visto poquísimo, no comenzó bien su encuentro en el Maradona. En el 54′, tras una gran llegada en la banda derecha, Di Lorenzo buscó con un centro raso en el área chica a Lukaku que superó con una estirada sin apuros al ex del Dortmund y empujó el balón entre palos.
El gol, tras 60 minutos atrás, despertó a la Roma, que se empezó a ver en el área rival e hizo temblar a los sureños con un cabezazo de Dobvyk. El ex del Girona golpeó el larguero en una falta lanzada por Angeliño y abrió un intento de asedio romanista que generó más confusión que ocasiones en el área napolitana. Al final, en el 93′, la mejor oportunidad la tuvo David Neres, que sustituyó a Kvaratskhelia y llegó a centímetros del 2-0 con una rosca.
Dybala, que entró en el 88′, lideró los últimos ataques sin éxito de los romanisti, cuya crisis no parece tener fin. En las últimas seis jornadas apenas sumaron tres puntos (con una victoria y cinco derrotas) y ahora marchan en el puesto 12, lejos 15 puntos de los puestos de Champions y con solo cuatro de ventaja sobre los de descenso.(D)
MB