Con Nicolás Maduro Moros no solo regresaron las cárceles abarrotadas de presos políticos, como la época de los dictadores Juan Vicente Gómez Chacón y Marcos Evangelista Pérez Jiménez. Con la revolución madurista, también regresaron los presos con grilletes, a lo que se suma las modernas audiencias telemáticas.
Más que presos son rehenes, aunque sean adolescentes, extranjeros o nacionales, mujeres, ancianos, hombres, todos son un elemento de canje, negociación o distracción para el régimen venezolano. No salen en libertad plena, sino con medidas de presentación y bajo amenaza de que no pueden hablar en medios o redes sociales.
Infobae