Con la aprobación de dos documentos, uno oficial y otro en el marco del evento, llegó a su fin la XXIX Cumbre Iberoamericana en la ciudad de Cuenca este viernes 15 de noviembre, la que fue calificada como un éxito desde las autoridades pese a que no contó con la presencia de ningún primer mandatario latinoamericano y ni representante de México, Venezuela y Nicaragua.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, manifestó que en la cita se aprobó una resolución, en el marco del evento, denominada Declaración de Cuenca, la que contiene a su vez 25 declaraciones especiales que recogen las posturas de 19 de los 22 países en temas como la lucha contra la delincuencia transnacional, la desnutrición crónica, el cambio climático, la empleabilidad de jóvenes, la carta iberoamericana en entornos y derechos digitales, mitigar efectos adversos de los fenómenos climáticos, y una específicamente sobre la situación de ayuda para Haití.
Ya de forma oficial, los países miembros de la comunidad iberoamericana aprobaron un plan de acción con diferentes hojas de ruta o campos de acción para desarrollar en estos próximos dos años y profundizarlos y continuar con ellos en la cita del 2026 que será en España.
Ante los cuestionamientos por las ausencias de los presidentes de los diferentes países, Sommerfeld mencionó que ese hecho no le resta relevancia al encuentro ya que sí estuvieron presentes 19 delegaciones y destacó que todos los países intervinieron en las mesas de trabajo y plenarias en las que se desarrollaron los documentos y resoluciones alcanzadas.
En su intervención, la canciller destacó que Noboa propuso a los países trabajar para identificar los terribles embates que el cambio climático está ocasionando. Además agradeció el apoyo de los países para la realización de esta cumbre y destacó que han cumplido con aportes y ahora es el turno de España.
“Estamos convencidos de haber hecho aportes significativos al proceso de integración iberoamericano y de que este es el camino para enfrentar los retos de un mundo cada vez más globalizado e interconectado”, apuntó.
El secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, destacó también que la presencia de las delegaciones de los 19 países le da al evento la importancia que tiene y que el compromiso de todos “está en firme” y se evidencia también con tener sus contribuciones económicas a la comunidad al día.
Explicó que el trabajo de la comunidad busca conectar lo que se aprueba en cada cumbre con la siguiente para garantizar la continuidad, entre esos temas mencionó la arquitectura financiera internacional, que tendrá su cuarta cumbre mundial en Sevilla a mediados del 2025.
En la cumbre de Cuenca dijo que ahora se toparon temas como el que el presidente Daniel Noboa impulsó: la empleabilidad juvenil, que es un problema para todos los países y para el que trabajarán buscando la creación de políticas públicas regionales para que los jóvenes tengan acceso a plazas laborales. Mencionó también que hay interés en trabajar por alcanzar el reconocimiento de títulos a nivel iberoamericano con miras a que haya movilidad del talento.
Durante el debate de la sesión plenaria de jefes y jefas de Estado, que estuvo liderada por Noboa, las delegaciones de Cuba y de Argentina protagonizaron un intercambio de descalificaciones al acusar el representante cubano Rodolfo Benítez al Ejecutivo de Javier Milei de “venir a reventar la cumbre”, mientras que el embajador argentino, Eduardo Acevedo, le echó en cara que el Gobierno de Cuba “viola los derechos humanos”.
La cita plenaria se cerró sin una declaración oficial y entre los países que no permitieron que se alcance consenso estuvo Argentina, que no respaldó un documento que incluyera el apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, y las políticas públicas en materia de equidad de género y lucha contra el cambio climático, entre otros asuntos, según mencionaron fuentes de las negociaciones.
Asimismo, la delegación cubana se opuso a aprobar una declaración que no contuviese una condena explícita al bloqueo de Estados Unidos a la isla, como pretendía la representación de Argentina. El embajador argentino, Eduardo Acevedo, expresó la negativa del Gobierno de su país a suscribir esos artículos y, en contrapartida, propuso que los 19 firmaran un documento que recogiera solo las materias de común acuerdo, algo a lo que se opusieron Cuba y el resto de los países.
“No parece prudente, de cara al futuro de las cumbres, que unos pocos países obstaculicen el interés de la región… se tiene que buscar la forma de que, cuando hay grandes consensos, se pueda avanzar. Y si hay un país que disiente, que quede a pie de página su posición, respetando por supuesto esas sensibilidades”, mencionó el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Acha, a EFE.
Del futuro de las cumbres también habló José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores español, quien agradeció la calidez de los cuencanos durante este evento y afirmó el compromiso de su país para la realización de la próxima edición de la cumbre en dos años.
Albares manifestó también su agradecimiento a Sommerfeld por el esfuerzo del país para realizar la cumbre en la ciudad y por las muestras de solidaridad que ha recibido su país por las consecuencias del fenómeno natural conocido como Dana.
Sobre el programa de acción oficial, destacó que este será un motor para la región al igual que la declaración de Cuenca, que recoge sus inquietudes sobre diferentes problemas que preocupan a la comunidad.
Respecto a que España será la próxima sede, mencionó que esperan que la futura cumbre sea un hito para alcanzar herramientas y consensos que beneficien a todos los habitantes de la región.
Asimismo, expresó que trabajarán en estos dos años para escuchar a todos los estados de la comunidad y que generen una reflexión conjunta y apostar por el sistema de cumbres y fortalecerlo.
En tanto, durante la plenaria, Noboa reconoció que la región vive momentos complejos.
“Estamos viviendo momentos duros para la región, momentos duros para Iberoamérica. (…) Una región que está afectada por el crimen transnacional, que está afectada también por el cambio climático, por sequías significativas y también por el abandono”, advirtió el mandatario.
Como jefes de Estado “tenemos la responsabilidad de sacar adelante a nuestros países”, agregó.
A la cita acudieron solo el rey español Felipe VI y los presidentes Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal) y Xavier Espot Zamora (Andorra), además del anfitrión ecuatoriano. Sin embargo, la canciller Sommerfeld no desestimó el alcance de la cita, al igual que lo hizo el secretario Allamand.
Todos los mandatarios participaron de la toma de la foto oficial en el Seminario San Luis, ubicado en el centro de la ciudad.
En paralelo a la cumbre, el sector privado de la región adoptó un “Compromiso por la Empleabilidad Juvenil” durante el XV Encuentro Empresarial Iberoamericano, al que asistieron más de 1.000 representantes del mundo empresarial, y se presentó la Tarjeta Iberoamericana de Discapacidad, para facilitar su “reconocimiento de derechos” y que beneficiará a 90 millones de ciudadanos de los países miembros.
Fuente: El Universo
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