Las fuerzas rusas lanzaron durante las primeras horas de este miércoles el primer ataque combinado con misiles y drones contra la capital ucraniana en más de dos meses, según ha informado en sus redes sociales la Administración Militar de la región de Kiev.
“Las fuerzas armadas de la Federación Rusa lanzaron un ataque combinado de misiles y drones contra Kiev. El primero en los últimos 73 días”, se lee en la cuenta de la administración, que no ha registrado por el momento daños materiales o víctimas.
En el ataque Rusia empleó misiles de crucero y misiles balísticos norcoreanos KN-23 y KN-24 y misiles Iskander-M y drones Shahed.
La alerta aérea se activó en la capital después de las 6.00 de la mañana (3.00 GMT) debido a la llegada de drones a los que siguieron los misiles de crucero y los balísticos y otra oleada de drones.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia ha lanzado contra territorio de Ucrania cuatro misiles que han sido derribados por sus defensas.
Además, las fuerzas rusas han lanzado contra el conjunto de Ucrania 90 drones, de los que 86 han sido derribados o neutralizados con interferencias electrónicas.
El presidente Volodímir Zelensky ha pedido en redes sociales a sus aliados que doten a Ucrania de más misiles para interceptar proyectiles enemigos y de más medios de guerra radioelectrónica.
Rusia sigue apretando a lo largo de todo el frente y lanzó durante la pasada jornada cerca de cien ataques en los ejes de Kurájove y Pokrovsk de la región de Donetsk del este de Ucrania y en la región rusa de Kursk, donde cerca de 50.000 soldados rusos tratan de expulsar a las tropas de Kiev que controlan una parte del territorio.
El Estado Mayor ucraniano señaló que Kurájove fue un día más la zona más caliente de toda la línea de contacto. Allí las fuerzas ucranianas repelieron un total de 47 asaltos rusos. Mientras, las tropas de Kiev que defienden el eje de Pokrovsk detuvieron 28 ataques.
En la región de Kursk, las tropas rusas trataron de romper sin éxito hasta en 20 ocasiones las defensas de Ucrania.
Según la plataforma de análisis de la guerra DeepState, las fuerzas rusas avanzaron en las últimas horas en una decena de puntos del frente del este.
Estos avances rusos se producen a un alto precio en material militar y bajas humanas. Durante la pasada jornada, el número de pérdidas rusas entre muertos y heridos volvió a superar los 1.700 por tercer día consecutivo.
Analistas militares ucranianos creen que Rusia está pisando el acelerador en el frente para conquistar tanto territorio como le sea posible antes de la llegada a la Casa Blanca en enero del presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Trump ha prometido impulsar de forma inmediata unas negociaciones que pongan fin a la guerra.
Entretanto, las tropas rusas han tomado otra localidad en la región de Donetsk en su avance hacia la frontera con la vecina Zaporizhzhia, según informó hoy el Ministerio de Defensa.
Se trata de la localidad de Rivnopil, que tenía unos 1.500 habitantes antes del comienzo de la guerra y se encuentra a más de 60 kilómetros al suroeste de la capital regional.
Rivnopil fue tomada por unidades de la agrupación militar Vostok (este), que causaron al enemigo unas 150 bajas, además de la pérdida de un cañón autopropulsado Caesar, de fabricación francesa.
Esa villa se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Zaporizhzhia, donde unidades de asalto rusas han avanzado en las últimas semanas, supuestamente con el fin de lanzar una nueva ofensiva contra los bastiones enemigos, según fuentes del ejército ucraniano.
Según esas fuentes citadas por el Instituto para el Estudio de la Guerra, los rusos han incrementado en un 30-40 % sus ataques aéreos contra las zonas controladas por Kiev.
El ejército ruso avanza a marchas forzadas desde hace semanas en Donetsk, donde ya combate en Kurájove, una importante plaza fuerte ucraniana, aunque el objetivo primordial es Pokrovsk, ciudad de 60.000 habitantes y con importantes yacimientos de coque.
Según fuentes militares británicas, Moscú ha logrado recuperar unos 1.500 kilómetros cuadrados en el Donbás en los últimos dos meses, pero ha pagado un alto coste en vidas, ya que en octubre sufrió una media de 1.500 bajas diarias.
Mientras, según la prensa, el Kremlin ha concentrado unas 50.000 hombres en la región de Kursk -entre los que figuraría un contingente de miles de soldados norcoreanos- con el fin de expulsar a las tropas ucranianas antes de la investidura el 20 de enero del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.
Fuente: Infobae