En las industrias los cortes de energía son tan largos y hasta más que los del sector residencial. Llegan a un promedio de 70 horas a la semana en Ambato, por ejemplo, y en otras zonas industriales también hay días enteros sin el servicio y deben proveerse por su cuenta de energía para que la producción no se vea más afectada de lo que ya está. Y una forma de hacerlo es con generadores que incluso han venido de Colombia.
En el sector residencial los cortes anunciados son de hasta de doce horas, al menos hasta el jueves 14 de noviembre, según lo anunciado por el Ministerio de Energía y Minas, pero en el sector industrial los horarios son ajustados dependiendo de cada zona y además deben cumplir con el ahorro solicitado por el Gobierno.
El presidente de la Cámara de Industrias y Producción de Tungurahua, Jorge Valenzuela, comenta que en medio de la situación intentan organizarse y ahora están en un promedio de 70 horas, en las últimas semanas han registrado unos cambios ligeros. “Tenemos dos días de cortes de corrido, mediodía del martes y mediodía del viernes, todo miércoles y jueves, y se está volviendo insostenible la situación… Nos piden una cantidad exacta de cuánto necesitamos de ahorro y en función de eso simplemente se mueven, generalmente los cortes son sí o sí martes, miércoles, jueves de corrido”, indica.
Valenzuela explica que si les piden más ahorro, cortan el suministro más tiempo el martes o del viernes, pero el corte en su totalidad se dan los miércoles y jueves.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Miguel Ángel González, comenta que hasta ahora en Guayaquil no han presenciado cortes diferenciados o específicos para el sector empresarial o industrial. “Los cortes han sido generalizados, afectando por igual a todos los sectores, con interrupciones de hasta catorce horas”, afirma.
Sin embargo, comenta que en otras ciudades sí se han notificado cortes enfocados en el sector industrial debido a su ubicación. En estos casos los cortes han sido de hasta 24 horas.
Desde el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) ya se alertó, tras la reunión que tuvo el Comité Asesor Permanente de Energía el sábado, que “desconectar a la industria por 24 horas afectaría profundamente al empleo y la economía de las familias ecuatorianas”. La presidenta del gremio, María Paz Jervis, reiteró ese día el pedido de que haya información transparente y oportuna, porque “es indispensable contar con planificación y previsibilidad”.
A ese comentario la ministra de Energía y Minas (e), Inés Manzano, le respondió: “Creo que es más falta de entendimiento de tu parte que de transparencia del Gobierno”.
El martes 12 de noviembre, a través de un comunicado, nuevamente el CEE exhortó al Gobierno para que presente “información técnica y previsibilidad en horarios de corte por parte de las autoridades, así como un programa completo para incorporar nueva generación”.
El presidente de Ecuador Industrial, Diego Paredes, comenta que la planificación de los horarios para el sector industrial se dieron luego de que trascendiera que el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) pidió reducir el consumo de energía “de hasta el 100 % para el sector industrial en el periodo de 08:00 a 18:00 todos los días por un periodo de al menos quince días hasta recuperar las reservas energéticas de la central Mazar”.
Paredes indica que “esto ocurrió la primera semana de octubre cuando nos cortaron la luz abruptamente en los parques de Cuenca y de Ambato sin previo aviso, antes estábamos igual que el sector residencial y a raíz de la rueda de prensa que hicimos las industrias, a través del Comité Empresarial Ecuatoriano, es que se empieza a dialogar con el tema de los horarios”.
Agrega que los cortes que se anuncian para el sector residencial también los monitorean para ver si no se dan de forma abrupta, pero que en medio de eso, las industrias ya están con sus propios generadores de energía termoeléctrica y están tratando de superar la crisis.
Paredes dice que a medida que van pasando las semanas “han venido a velocidad” las empresas colombianas como proveedores de generadores. “Los colombianos sí previeron que estábamos en una época de escasez y las empresas colombianas que venden generadores industriales se abarrotaron de generadores y tuvimos la visita de los colombianos apenas empezamos con los cortes de mayor tiempo, entonces ya están llegando los generadores y ya las industrias están colocándolos”.
Para fin de mes esperan tener prácticamente solucionado el tema de la provisión de energía, pero eso no significa que no haya un impacto, pues para ese autoabastecimiento tuvieron que usar “dineros destinados como capital de trabajo para comprar estos generadores”.
Sin embargo, no es el mismo escenario para todo el sector, el presidente de la Cámara de Industrias y Producción de Tungurahua, indica que si bien están intentando generar la propia energía, pero no hay oferta de generadores, las soluciones fotovoltaicas “se tardan mucho” y siguen analizando cómo ejecutar esos proyectos. “Entonces sí hay un déficit de autogeneración al menos de los parques industriales que tenemos”, afirma.
González indica que las empresas están buscando diferentes maneras para enfrentar esta situación. La compra de generadores o mecanismos para generar energía se masifica cada vez más.
Paredes considera que el Gobierno debe inyectar capital de trabajo para que las industrias puedan seguir trabajando con propia generación. Desde hace tres semanas insisten al Gobierno que requieren de un ablandamiento en las obligaciones, que si bien ya se han realizado, pero que requieren líneas de crédito para cubrir la autogeneración, pues para cubrir eso se quedan desfinanciados por otro lado.
De acuerdo con Paredes, el sector industrial consume 1.500 MW, es decir, un 30 % de los 4.500 megavatios (MW) que consume diariamente el país. “La industria está liberando un tercio de lo que necesita Ecuador al día. Además, los grandes consumidores están trabajando en su propio parque termogenerador y esos costos van a impactar en los costos de producción y la renta que se tiene al año”, dice.
En los cálculos -agrega- como resultado de los cortes el Estado dejará de percibir 60 % de lo generado por impuesto a la renta, además que se verá un efecto en las utilidades para los trabajadores. (I)
Fuente: El Universo