El presidente de la República, Daniel Noboa, tildó este viernes 8 de noviembre de “absurdo” el rechazo a la realización de la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, prevista para la próxima semana en la ciudad de Cuenca, por parte del Comité Internacional para la Libertad de Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa.
“Ya estaban tardando… Ahora resulta que no quieren que la XXIX Cumbre Iberoamericana sea en Cuenca. Quieren que el reconocimiento internacional, el turismo y la reactivación económica vaya hacia otro lado”, escribió Noboa en su cuenta de la red social X.
“Rechazar la Cumbre por un delincuente, no solo es absurdo, sino que demuestra un claro desprecio por el bienestar de Cuenca y de los ecuatorianos, pero todos sabemos cómo son”, agregó el mandatario sin nombrar explícitamente a Glas, condenado por corrupción y detenido en la Embajada de México en Quito el pasado 5 de abril cuando acaba de recibir asilo diplomático.
Más temprano, el comité que exige la libertad del exvicepresidente dijo en un comunicado que le resultaba “muy extraño, y contrario a los postulados que el foro iberoamericano enarbola, llevar adelante una cumbre bajo los auspicios de un gobierno responsable de violaciones de las más mínimas normas de convivencia entre Estados”.
Y añadió que el Gobierno “mantiene como secuestrado a una persona que está bajo la protección del derecho de asilo”, en referencia a la permanencia del exvicepresidente en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, a la que fue llevado tras la incursión policial en la Embajada mexicana.
El Comité instó a que no pase desapercibida en el foro “la más grave afrenta cometida en nuestra región en los últimos tiempos en contra de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas”.
Además, urgió a la Secretaría General Iberoamericana (Segib) a que interponga “sus buenos oficios” para garantizar la integridad física y la vida de Glas, y para respaldar la solicitud que el Gobierno mexicano hizo, a través de la Embajada de Suiza, para que se le otorgue un salvoconducto y se respete su estatus de asilado diplomático.