Quito quiere evitar que sus servicios básicos y públicos que ofrece la ciudad sufran más afectaciones en medio de la crisis eléctrica que golpea al país por la falta de lluvias.
Eso resulta irónico, considerando que Quito produce unos 41 megavatios (MW) a través de la Empresa de Agua Potable (Epmaps), y la Empresa de Tratamiento de Residuos Sólidos (Emgirs) y que de esa generación solo usa 12 MW y entrega los restantes 19 al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado.
A pesar de ese excedente, el Municipio de Quito no está en capacidad de garantizar la dotación de energía para el bombeo de agua potable a las zonas alta de ciudad y tampoco que el Metro no sufrirá cortes de energía que obliguen a suspender su operación.
Aunque esto último no ha ocurrido en la reciente crisis, se trata de algo que depende de la autoridad eléctrica nacional y de las empresas distribuidoras de energía, en este caso la Empresa Eléctrica Quito.
Las autoridades quiteñas quieren que esto cambie y su generación propia se destine a garantizar la energía de 22 estaciones de bombeo de agua potable, del Metro y del sistema Trolebús.
Generación hidroeléctrica y de biogás
«Solo la Epmaps produce 31 megavatios en cinco plantas hidroeléctricas, que sirven para operar plantas de tratamiento de agua potable, estaciones de bombeo y oficinas», explica Jorge Córdova, subgerente de Hidroelectricidad de la Epmaps.
Mientras que la Empresa de Tratamiento de Residuos Sólidos (Emgirs) utiliza el gas que produce la descomposición de la basura para generar unos 9 megavatios.
Córdova explica que la Empaps solo utiliza 12 megavatios para cubrir sus necesidades y los 19 megavatios restantes se entregan al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional.
Eso motivó al alcalde Pabel Muñoz a pedir al Gobierno que el Metro de Quito, las plantas de agua potable y el Trolebús no sufran cortes de energía. Pues gran parte de la energía que necesitarían estos sistemas estarían cubiertos con el excedente de generación.
Aunque esto sí ha ocurrido el transporte público, solo se ha cumplido parcialmente con los sistemas de bombeo de agua potable.
Si bien el Ministerio de Energía se comprometió a mantener el servicio eléctrico en los sistemas de bombeo que abastecen de agua a barrios como La Roldós y La Pisulí y San Fernando, ubicados en las zonas altas del noroccidente, hay sectores que se ven afectados por los cortes de luz.
La Epmaps dice que barrios del centro, sur y de los valles siguen sufriendo cortes de agua de hasta seis horas diarias, pues los sistemas de bombeo dejan de funcionar con los apagones.
En medio de esta situación, Córdova teme que el compromiso del Ministerio de Energía quede sin efecto en caso de que la crisis eléctrica se agrave por la falta de lluvias en la Amazonía y en el Austro.
Cuatro nuevas plantas hidroeléctricas
Uno de los objetivos que tiene la Empresa de Agua Potable (Epmaps) es aumentar su capacidad de generación eléctrica.
Hasta 2026, la entidad prevé construir cuatro nuevas plantas que sumarán 3,6 megavatios. Estas obras se ubicarían en el sector de Bellavista, Amaguaña y dos en Papallacta.
«Vamos a aprovechar la infraestructura de agua potable que tenemos para tener cerca las plantas generadoras de electricidad», dice Jorge Córdova, subgerente de la Epmaps,
El Municipio calcula que la inversión en estos proyectos ascenderá a USD 6,5 millones.
«Son obras que servirán para los próximos 35 o 40 años porque la ciudad crece y es necesario tener más energía eléctrica», insiste Córdova.
Mientras que para el corto plazo, la Epmaps compró seis generadores móviles de entre 100 y 600 kilovatios de potencia para instalarlos en los barrios que tengan problemas con el abastecimiento de agua. Estos equipos llegarán hasta finales de 2024.
Para 2025, la Epmaps espera que lleguen otros 25 generadores eléctricos, cuya inversión asciende a USD 1 millón. Con estas adquisiciones, el Municipio espera minimizar el impacto de los apagones.
Fuente: Primicias
