El primer registro documentado de un tiburón blanco (Carcharodon carcharias) en aguas ecuatorianas, cerca del archipiélago de Galápagos, ha sido confirmado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y la Fundación Charles Darwin (FCD). La presencia de esta especie causó interés en los científicos, pues este pez no habita en aguas tropicales y permanece, generalmente, en regiones templadas y subtropicales.
El tiburón fue avistado en 2021, cerca de la isla Wolf. La comunidad científica analizó cuidadosamente la evidencia para confirmar la especie y entender las razones de su presencia, concluyendo que se trataba de una hembra adulta de aproximadamente cuatro metros de longitud.
Asimismo, en el análisis se especificó que este tiburón blanco estuvo en esta zona marina por las condiciones oceánicas resultantes del fenómeno de La Niña, la cual se manifiesta con temperaturas frías y un aumento de la productividad marina, lo que motivó a esta especie a cambiar su ruta habitual; así también, se expuso que podría tratarse de un “individuo vagabundo”.
Para los investigadores, este fenómeno provee de importantes datos, ya que la presencia de los tiburones en el océano es crucial, pues controlan y previenen la sobrepoblación y mantienen el equilibrio de los ecosistemas marinos.
El estudio completo del hallazgo inusual de esta especie en la región del Pacífico Tropical Oriental fue publicado por la revista internacional de ciencia “Environmental Biology of Fishes”, y se lo puede encontrar en el siguiente enlace: https://acortar.link/x50wWB
Para Jenifer Suárez, directora de Ecosistemas del Parque Nacional Galápagos y coautora del documento científico, “este primer registro confirmado de un tiburón blanco en aguas ecuatorianas, cercanas a Galápagos es un hallazgo significativo para la investigación y conservación. Nos recuerda el valor de la Reserva Marina como un refugio esencial para la biodiversidad del Pacífico Este Tropical, especialmente, para grandes depredadores que cumplen un rol fundamental en el equilibrio de nuestros ecosistemas marinos».
La presencia de tiburones en aguas ecuatorianas es una señal de salud del ecosistema marino, y no representan una amenaza para la seguridad de las personas. Estos depredadores juegan un papel fundamental en el equilibrio del océano, por lo que este descubrimiento se considera un avance importante en la comprensión de la biodiversidad marina en el Pacífico Este Tropical.
