La comunidad católica de Ambato y de otros lugares de Tungurahua se reunió para despedir al padre Enrique Fabián Arcos, de 53 años, quien fue encontrado muerto tras ser reportado como desaparecido.
De acuerdo con la Policía de la Subzona de Tungurahua, se esperaba que sus restos llegaran a Ambato dentro de 15 días, por lo que su llegada, la noche del martes, sorprendió a sus feligreses.
El féretro llegó a Ambato la noche del martes 5 de noviembre. Fue trasladado hasta el coliseo de la Unidad Educativa La Salle, en donde los feligreses formaron una calle de honor para recibir los restos del sacerdote.
El crimen
Fabián Arcos había sido reportado como desaparecido el 30 de octubre. Tres días después, habitantes de Panzaleo encontraron su cuerpo sin vida, atado de pies y manos, y con signos de haber sido atacado por perros ferales.
Su vehículo fue localizado un día después, desmantelado e incendiado, en el sur de Quito.
La Policía en Tungurahua maneja la hipótesis que el móvil del asesinato sería el robo y dos sospechosos están identificados.
Feligreses piden justicia
Esther Lozada, quien conoció al padre en la parroquia de Huachi Chico, pidió justicia y que se esclarezca toda la verdad.Por su parte, el padre Edison Naranjo recordó a su amigo como un hombre entregado a Dios.
Además, reflexionó sobre la pérdida de valores y dijo: “No se soluciona todo encarcelando; si al final, algunos salen peor. Confiamos en Dios, que tocará los corazones de quienes causaron tanto dolor al padre Fabián, quien ya descansa en paz».
El funeral se realizará en el coliseo de La Salle. El jueves, a partir de las 11:00, se celebrará la misa para darle el último adiós.
Fuente: Primicias