Día del escudo ecuatoriano vs. Halloween, ¿podemos celebrar ambos?

La discusión de todos los años en Ecuador, por estas fechas, es la misma: que el 31 de octubre es un día dedicado a conmemorar el escudo ecuatoriano, que no se debería festejar Halloween, o la noche de brujas (aunque hay una variedad de actividades para niños y adultos que ocurren con esta temática).

Justamente un 31 de octubre de 1900, durante el gobierno del general Eloy Alfaro Delgado hace 124 años, el congreso ecuatoriano estableció el escudo de armas como uno símbolos patrios del país. Los otros son el himno y la bandera nacionales.

Desde entonces, el escudo tiene presencia exclusiva en entidades oficiales, públicas, educativas, militares y policiales. En las instituciones educativas, donde se estudia los símbolos del escudo y los hechos históricos que representa, se puede exhibir en un lugar visible del aula u oficinas, enmarcado y con vidrio.

Naturalmente es prioridad de los centros de estudios reforzar la importancia de la fecha cívica. “Como colegio vamos a abrazar la importancia que desde la perspectiva educativa esta fecha histórica tiene”, resalta la profesora María Fernanda Rada, de Copol.

“En el caso de la escuela, por ejemplo, se van a ver muestras de los niños con la historia del escudo, haciendo gráficas de los elementos del escudo. En el caso del colegio, para este día, tenemos un espacio muy interesante al inicio de la jornada académica, es el momento que le llamamos de la iniciación. Nuestra área, de Individuos y Sociedades, precisamente en fechas históricas como estas, se dirige a la comunidad educativa abordando ese día, más allá del contexto histórico. Tenemos el objetivo de tener presente al símbolo para fomentar o fortalecer el sentimiento de identidad”, agrega la docente de la asignatura Historia, de bachillerato.

Ciertamente, uno de los aspectos más valiosos de estudiar el escudo es reflexionar sobre los elementos que identifican la historia del país y nos identifican como individuos. “Siempre lo digo a nuestros jóvenes tienen la maravillosa oportunidad de ir al extranjero, por el Bachillerato Internacional, donde se convertirán en embajadores de Ecuador y replicarán la importancia de estos elementos. Pienso que conocerlos te permite sentirte orgulloso por nuestro país y alimenta ese sentimiento de pertenencia”.

Cómo se conmemora el día del escudo ecuatoriano

Cada símbolo patrio tiene una fecha conmemorativa. El día de la bandera nacional se recuerda el 26 de septiembre; el del himno ecuatoriano es el 26 de noviembre.

“Cada fecha tiene diferentes formas de conmemorarse”, explica Rada. “El día de la bandera cuenta con una disposición ministerial de que se realice el juramento a la bandera en todas las instituciones del sistema educativo. Normalmente conllevaba la suspensión de clases, pero eso ha quedado a un lado. En nuestro caso tenemos una franja, normalmente con las primeras horas de clase, destinada para que tercero de bachillerato haga la jura de la bandera. Después de eso continuamos con las actividades académicas normales”.
En cuanto al himno y escudo, queda bajo la potestad de la institución educativa cómo desea abordar el recordatorio de esas fechas cívicas. A su vez, eso dependerá de los niveles primario y secundario.

Es mucho más factible ver a los niños pintando con témperas un boceto en blanco del escudo, o con otro elemento decorativo, como plastilina. En ese proceso el rol del docente puede ser el de explicar el significado de cada uno de esos elementos coloreado. En el caso del colegio, sea el nivel de básica superior y de bachillerato, evidentemente hay un proceso más formal. Por ejemplo, en el minuto de iniciación, un espacio que dura de 10 a 15 minutos, se puede resaltar el contexto histórico del símbolo, su impacto desde la era republicana… por ejemplo, las otras perspectivas detrás de los diferentes… Este año nos cae en un día laboral, el jueves 31, entonces la jornada se prestará para eso”.

¿Están peleados la noche de brujas con el día del escudo nacional?

Como se ha escrito, es notorio que las unidades académicas centrarán sus esfuerzos en educar sobre la trascendencia del escudo nacional. Porque es parte de nuestra historia y de nuestra identidad.

Pero educadores como Rada reconocen que muchos niños y jóvenes también se sienten atraídos por la celebración ‘terrorífica’.
Halloween es una fiesta arraigada en Estados Unidos y Canadá, que comenzó a celebrarse masivamente desde 1921, cuando se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota, expone un reporte de National Geographic. La celebración tiene sus orígenes en costumbres paganas y celtas de hace más 3.000 años. Según la Universidad de Oxford, los pueblos celtas de Europa celebraban su año nuevo, llamado Samhain, el día 1 de noviembre. En la víspera de este festival de la cosecha se creía que los espíritus caminaban por la Tierra mientras viajaban al más allá, junto con otras criaturas, como hadas y demonios. Este ritual servía para despedir a Lugh, el dios del Sol, y dar la bienvenida a las noches cortas y frías que traía consigo el otoño.

El ‘boom’ internacional llegó a finales de los años 70 y a principios de los 80, gracias al cine y series de televisión, especialmente cuando en 1979 se estrenó Halloween, de John Carpenter, una película ambientada en la víspera de Todos los Santos que supuso una referencia para el cine de terror y le dio el tono a la fecha.

“Estamos expuestos como sociedad a esta fecha que se ha vuelto, en los últimos años, muy comercial. Incluso ya dejó un poco el tinte de terror que antes asociábamos a Halloween, con brujas y monstruos de las películas. Ahora vemos que se han detectado nichos en diferentes grupos, desde las niñas con personajes de princesitas, de series animadas… Respetamos y entendemos que nuestros jóvenes, al término de la jornada, posiblemente saldrán de aquí, irán a centros comerciales, al cine, o a fiestas organizadas”.

Hay dos contextos diferentes, ilustra la docente. “Uno es un contexto social, fuera de la institución educativa, fuera de la jornada de labores. Y en lo cívico nosotros hacemos nuestra parte, nos enfocamos en la perspectiva académica y en sus impactos históricos. Evidentemente pueden coexistir, son dos actividades que, aunque se dan en el mismo día, ocurren en escenarios diferentes. Y creo que ambas pueden ser aprovechadas”.

En un blog que escribió el staff de la Unidad Educativa Bilingüe EducaMundo se hicieron un cuestionamiento similar: ¿es correcto celebrar fechas ajenas a nuestro país? “Disfrutar de un tiempo en familia con actividades y festividades que no son propias de nuestro país no tiene nada de malo, siempre y cuando reconozcan de donde provienen, sin dejar de celebrar o conmemorar las fechas cívicas y tradiciones de Ecuador. Preferir o dar importancia a fechas ajenas de nuestro país, puede considerarse como una falta de identidad y de respeto hacia el lugar de origen”. (F)

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