Este 2 de noviembre, el Museo Amantes de Sumpa, gestionado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, invita a toda la comunidad peninsular a participar en la tradicional celebración de la Mesa de Difuntos, bajo el lema «Vamos a muertear». Este evento, que se realiza en el museo desde hace 19 años, revive una práctica cultural ancestral que honra a los seres queridos que ya no están con nosotros, reuniendo a las familias en un homenaje a la memoria y la identidad.
Ceremonia y Reconocimiento al Patrimonio Cultural
La celebración contará con la presencia de la ministra de Cultura y Patrimonio, Romina Muñoz, quien entregará la **Certificación de la Manifestación Cultural «MESA DE MUERTOS»**, un reconocimiento que reafirma la importancia de esta tradición como patrimonio cultural inmaterial de Ecuador. Esta certificación busca asegurar la preservación de la Mesa de Muertos como un legado que será transmitido a las futuras generaciones, reconociendo su valor en el tejido social y cultural de la región.
Orígenes Ancestrales y Conexión con los Antepasados
La práctica de honrar a los difuntos con ofrendas alimentarias tiene raíces que se remontan a tiempos prehispánicos, particularmente a la época de la cultura Las Vegas, que habitó esta región hace alrededor de 8000 años. La investigadora Karen Stothert, asociada al descubrimiento de la pareja de Sumpa, explica que “los habitantes de Santa Elena han rendido culto a sus muertos desde tiempos antiguos, manteniendo un flujo de comunicación con los ancestros para recibir bienestar, lluvia y fertilidad». Esta conexión ancestral, difundida por toda América, representa un ciclo de vida en el cual la memoria de los fallecidos es una fuente de prosperidad y fortaleza para los vivos.
Una Celebración que Reúne a la Comunidad
El evento se llevará a cabo el sábado 2 de noviembre, desde las 11:00 en el Museo Amantes de Sumpa, ubicado en el barrio del mismo nombre en la provincia de Santa Elena. Durante el encuentro, los asistentes podrán disfrutar de actividades tradicionales como la elaboración del cordón de muerto y el pan en horno de leña. Este espacio permite no solo revivir la tradición, sino también compartir los patrimonios vivos de la provincia.
La Mesa de Muertos es una celebración de dos días: el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, está dedicado a los menores fallecidos; y el 2, Día de los Difuntos, honra a los adultos. En cada mesa se colocan los alimentos favoritos de los difuntos junto a una vela y su fotografía, simbolizando la conexión con el más allá. Los recién llegados a la celebración suelen pronunciar la frase tradicional: “Ángeles somos del cielo venimos, pan pedimos, si no nos dan ya no venimos”, en señal de respeto y afecto hacia los seres queridos que partieron.
Manteniendo la Tradición Viva
La Mesa de Muertos es un testimonio de la rica diversidad cultural de Santa Elena. A pesar de los cambios sociales y económicos, esta celebración ha conservado su esencia, manteniendo el simbolismo de cada elemento: las velas como guía, la comida como sustento y las flores como ofrenda. Este evento comunitario no solo fortalece los lazos familiares, sino que también preserva una tradición que define la identidad cultural de la provincia.
Todos están invitados a unirse a esta hermosa celebración que honra la memoria de los ancestros y mantiene viva la conexión entre generaciones.
Para más información, se puede contactar a Beatriz Lindao al 0983391254.
G.O.