Una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ingresó hace pocos minutos a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, para visitar al exvicepresidente de la República Jorge Glas.
El grupo de expertos en derechos humanos llegó a esta ciudad la mañana de este lunes, 28 de octubre, con el fin de constatar las condiciones en las que se halla el político, recluido en ese sitio desde el 6 de abril pasado.
Un día antes, la Policía irrumpió en la Embajada de México, donde estaba refugiado, para detenerlo.
Simpatizantes del exmandatario se apostaron en los alrededores de la cárcel a la espera de la llegada de la misión.
Los militantes correístas visten camisetas blancas con el rostro de Glas pintado de azul y rojo y portan carteles con la frase “Liberen a Glas”; además, lanzan consignas como “Glas nos dio la luz, Noboa apagones”.
La visita de la CIDH fue solicitada semanas atrás por los abogados del exmandatario con el fin de que se amplíen las medidas cautelares que el organismo le otorgó en el 2019 tras considerar que se encontraba encarcelado “en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”.
El director del comité internacional que busca su liberación, Sacha Llorenti, indicó que “las circunstancias cambiaron” tras la irrupción de la policía ecuatoriana en la sede diplomática mexicana, en abril pasado.
“En el marco del derecho internacional, ahora Jorge Glas es un asilado diplomático. Este es un caso atípico, y el grave hecho del 5 de abril obliga a la Comisión Interamericana a pronunciarse también sobre estos temas”, señaló el activista a la agencia EFE.
Diario El Universo