El jugador de Barcelona, Alex Rangel, se mostró satisfecho tras la victoria 2-1 en el Clásico del Astillero, destacando la importancia de la concentración del equipo. “Lo que pasó, pasó en el clásico; ahora hay que seguir entrenando duro y fuerte para lo que se viene”, afirmó.
Rangel resaltó el esfuerzo colectivo: “Dimos todo de nosotros, gracias a Dios se nos abrió el arco y pudimos ganar”. Asimismo, se mostró dispuesto a seguir mejorando, señalando que su versatilidad en el campo se debe a su trabajo constante. “Me falta mejorar, pero siempre estoy dispuesto y preparado para dar lo mejor”.
Sobre su compromiso con el club, comentó: “Yo me aferro mucho al equipo que estoy, es un honor jugar en Barcelona”. En cuanto a una posible convocatoria a la selección ecuatoriana, Rangel expresó: “Si me llaman, sería bonito. Todo lo dejo en manos de Dios, y si no me llaman, seguiré trabajando”.
Finalmente, el jugador hizo un llamado a la afición: “Pido que nos sigan apoyando; ya pasamos momentos duros y ahora, con la bendición de Dios, vendrán los momentos alegres”. Con este espíritu, Barcelona buscará consolidar su buen momento en las próximas jornadas.
