“Hay muchas personas con problemas de salud mental que no están recibiendo la ayuda que necesitan, y creo que eso es un problema en nuestra industria”. Esta fue una de las declaraciones más importantes que Liam Payne enunció y que mejor reflejaban el estado anímico que arrastró durante varios años.
Liam Payne murió a los 31 años el pasado 16 de octubre tras caer de un balcón mientras se encontraba en Argentina. Tras su muerte, el caso del exintegrante de One Direction, vuelve a abrir el debate sobre los efectos de la fama en jóvenes artistas. Y es que Payne ya había abordado el tema en diversas ocasiones a lo largo de su vida y hoy más que nunca vuelve a servir como un llamado de atención sobre la importancia de la salud mental, además de los excesos y adicciones que trajo consigo su ascenso a la fama.