Pedro Almodóvar estrenó Julieta en 2016, una película que, de alguna manera, constituiría un punto de inflexión dentro de su trayectoria: a partir de ese momento, se internó en un registro mucho más introspectivo y sobrio, basado en una absoluta depuración formal y estilística, algo que seguiría construyendo en sus siguientes obras hasta llegar a la exquisita La habitación de al lado.
Por esa razón, Julieta tiene un significado especial para entender el camino de progresivo despojamiento de buena parte de los recursos que había utilizado hasta el momento, adentrándose en una etapa de madurez que continúa en nuestros días.
Infobae