Los cortes de energía que se implementaron hace casi un mes a escala nacional por la crisis energética continúan pasando factura a los propietarios de bares y discotecas en zonas del centro y norte de Guayaquil. Mesas vacías, pocas reservas e incremento de valores para ciertos servicios por el uso de generadores son el común denominador con el que lidian.
En los últimos cinco años, los dueños de estos establecimientos dicen que han tenido que sortear varios eventos e incluir mecanismos para mantenerse a flote.
La pandemia los obligó a invertir en aspersores de amonio, puntos de desinfección y aplicar una reducción de aforo para evitar contagios. Los toques de queda, por hechos violentos, derivaron en la modificación de horarios para continuar operando.
Ahora, con los racionamientos, tuvieron que adquirir generadores eléctricos y tratar de captar clientes a través de redes sociales mencionando que no se interrumpe el servicio durante los cortes.
En Instagram y TikTok se pueden observar videos de bares y discotecas de la zona rosa mostrando los artefactos que generan energía en los exteriores de los establecimientos. El Colonial fue uno de ellos.
“Aquí lo que más tenemos es energía y seguridad. (…) Aquí no se va la luz”, se señala en el video en el que se hace un recorrido por el local, ubicado en la calle Imbabura, centro de la urbe.
El trabajador de otro de los bares ubicados en esta zona, que alberga a una veintena de centros nocturnos, dijo que los despidos han sido inevitables desde hace un par de semanas. La poca clientela y la baja en las reservas han ocasionado esta medida.
“Aquí éramos siete hasta agosto; ahora estamos dos. Les dijeron que, si todo mejora, los vuelven a llamar; pero yo no veo que esto vaya a mejorar”, dijo el colaborador.
En esta zona, aunque se ha modificado el horario de atención para adaptarse a las franjas de racionamientos, la clientela es baja. Pasadas las 19:00, el flujo de usuarios es mínimo; y desde el jueves, que empezaría a mejorar, no despunta, aseguran colaboradores.
“No solo se muere todo en la zona rosa, también en la calle Panamá y zonas del centro. Si antes de los apagones esto ya estaba ‘apagado’, imagínese ahora que se suman los cortes y la inseguridad”, dijo el propietario de un restobar en este sector.
La reducción de personal la aplicaron en 2022, y ahora, por los apagones, se retomó.
En Urdesa, el escenario no varía al del centro de la urbe. Los dueños de negocios dicen que en el último mes se ha tenido una caída en la facturación de hasta el 50 %.
“Es cierto que en algunos locales disponemos ya de un generador; pero, independientemente de que tengamos la generación propia en ciertas horas, la asistencia del cliente ha bajado más o menos un 50 %. El costo de los generadores ha sido bastante alto. Hemos tenido que reducir personal y, en general, la venta está en picada”, expresó el propietario de una discoteca en esta zona.
En una de las discotecas de la avenida Las Lomas se pasó de tener siete u ocho reservas por semana a una o máximo dos.
El representante de uno de los bares ubicados en Ilanes refirió que se baraja incluir, nuevamente, comida dentro de los menús.
“En pandemia ayudó un poco tener comida en los menús y abrir un poco más temprano. Hay que analizar y recordar si eso nos ayudó y, pues, tocará hacerlo nuevamente”, mencionó.
Johnny Benites, representante de la Asociación de Discjockeys del Guayas, dijo que la baja de clientes ha afectado a sus agremiados, pues algunos de ellos compartían jornadas laborales en diferentes establecimientos.
Su sector, actualmente, trabaja ofreciendo el servicio con y sin generadores para eventos privados. Sin embargo, un contrato que incluye la generación eléctrica propia podría duplicar el valor. La demanda también se ha reducido en un 30 % y 35 %.
Por ejemplo, citó que un evento de cinco horas que se cotiza en $ 150 podría llegar a $ 350 por los $ 200 adicionales del uso de generador.
“Estamos aprendiendo a manejarnos con la intermitencia de los apagones. Nosotros optamos por lo que es generadores y los clientes también. Ya se nos está haciendo una costumbre; ya sabemos que lo que tenemos que hacer es, dentro del paquete de servicio, decir que tenemos generador eléctrico”, dijo Benites.
Para quienes trabajan en centros nocturnos y eventos, el Gobierno debería revisar las franjas horarias y llegar a acuerdos para evitar despidos y cierres de negocios. “Nosotros queremos trabajar, pero necesitamos el apoyo del Estado para que ese trabajo continúe”, manifestaron. (I)
Fuente: El Universo