Hay cantos de sirena en relación a la situación de Diego Pablo Simeone en el Atlético de Madrid. Parecía irreductible, que el equipo se haría a su imagen y semejanza hasta el final de los tiempos. Pero un nuevo inicio turbulento ya ha generado un runrún sobre su figura. Como si la historia de amor que comenzaron a crear en 2011 no fuera la idílica de un cuento de hadas. Este relato ya no es solo un capricho de aficionados ni una opinión aislada, aunque desde el club mantengan la calma. Ya es un tema que está sobre la mesa alrededor del globo y que ha llegado a un prestigioso medio como el Times, que incluso abrió su cabecera de deportes con un profundo análisis en el que comparaba su situación con la de Arsene Wenger.
El francés, ahora miembro de la plana mayor de FIFA, hibernó en el banquillo del Arsenal de 1996 a 2018. Su situación también se pudo volver incontrolable en ese momento en el que se valoraba el “con todo lo que nos ha dado” o la clásica de una relación de “yo es que no quiero hacer daño”. Timescomienza con precisamente ese choque de culturas de cuando Atlético y gunners se vieron las caras en 2018, en los últimos coletazos del mítico técnico: “Se vio superado por un equipo que era la antítesis de lo que era y un reproche a todo lo que no era: fuerte, feroz…“.
Quizás aquella eliminación en Europa League era su última oportunidad de salvar el cargo, pero la visual ya lo decía todo. Así de crudo se muestra el medio inglés para poner en contraposición a los bandos: “Simeone, vestido de negro como el músculo contratado en un funeral mafioso, observaba el partido desde un balcón alto, mientras que Wenger, con su rebeca gris, se pavoneaba y fruncía el ceño en el banquillo, muy por debajo”.
Entonces, el contraste era sonado. Wenger “entrenaba como si fuera una rama moribunda de las humanidades”; mientras Simeone veía el juego como “un teatro de combate, una forma de conquista, una prueba de cojones”. El tiempo, según la perspectiva del Times, ha puesto al Cholo en el mismo escenario. Ha pasado de ser “una fuerza incontenible” a “una parodia incontrolada de sí mismo”.
Sus títulos, el cambio de nomenclatura para el Atlético o que fuera elegido mejor entrenador de la década justifica, y de qué manera, que tenga todo el crédito del mundo y más. Y que vaya a salir, si es que algún día sale, venerado como un héroe, como una extensión del equipo que ha llevado al club a la gloria. No obstante, el fútbol es un catálogo de resultados y el arranque de temporada no acompaña. Tras una inversión millonaria en estrellas como Gallagher o Julián Álvarez, no se esperaban los siete puntos de desventaja con el Barcelona o la goleada encajada frente al Benfica, sin apenas acontecer.
«Este hermoso monstruo de su creación…»
Con el paso del tiempo, Simeone ha resonado con fuerza para varios grandes de Europa. A día de hoy, por el contrario, nadie es capaz de imaginarse una tesitura en la que de repente el argentino se sienta en un banquillo contrario. Un caso similar al de un Wenger que parecía que era entrenador prácticamente diseñado para el Emirates, como el Cholo para el Metropolitano.
Times sentencia con un duro análisis: “Resentido por los aficionados que una vez le adoraron, convirtiéndose en una parodia incontrolada de sí mismo, minado por su propia invulnerabilidad. Para el 99% de los entrenadores, la amenaza del hacha es lo que estimula su afán de superación y evolución. Ser el entrenador mejor pagado del mundo, la encarnación de la identidad moderna de tu club, y haberte ganado el derecho a elegir el momento y la forma de tu propia marcha son marcas de un éxito extraordinario, pero también las condiciones para la inercia”.
Del mismo modo que Wenger terminó por perder el norte, el medio inglés también considera que Simeone está buscando aferrarse a una idea para tratar de sobrevivir o morir con ella, si se diera el caso. En definitiva, el técnico del Arsenal sobrecargó a su plantilla de “vagabundos y artistas”, como creen que ahora hace el rojiblanco: “Ha ido en la otra dirección: mayores, lentos, brutos“. Precisamente consideran “especialmente imprudente” cambiar a Samu Omorodion por Sorloth.
Es la historia de un Simeone entrenador del que ya nadie imagina otro destino. Ya son muchas las generaciones que han nacido con el Cholo de entrenador y que incluso creerán que jamás se marchará de ahí. “No es tan improbable que este hermoso monstruo de su creación sea el trabajo de su vida“, cierra el Times. Un debate que cada día está más en la calle: ¿ha acabado el ciclo de Simeone en el Atlético de Madrid? Él, mientras, siempre se mantiene ajeno al ruido y con un discurso que marcará la vida del mismo y de todos sus fieles: “Partido a partido”.
Fuente: Relevo
MM