Las rachas de viento de la tormenta Kirk alcanzaron los 200 km/h al pasar por la Península Ibérica

Los fuertes vientos provocan la caída de árboles y ramas en España y Portugal, dificultando la movilidad por tren y carretera. Kirk obliga a cancelar vuelos con origen o destino al norte de la Península Ibérica. Las autoridades advierten de la llegada de un nuevo frente en los próximos días.

Mientras Milton se prepara para tocar tierra en Florida, la borrasca Kirk ha dejado rachas de viento superiores a los 200 km/h en sus primeras horas de paso por España. Las comunidades de la mitad norte peninsular, las más afectadas hasta el momento, se mantienen en aviso naranja.

En esa zona se han registrado vientos superiores a los 120 km/h, con una racha máxima de 205 km/h en Cantabria. El mal tiempo ha provocado caídas de árboles, desprendimientos y pequeños desbordamientos que han dificultado la circulación ferroviaria y por carretera.

Precisamente en Cantabria, el viento ha arrancado el techo de un supermercado y del Hospital Tres Mares. Las autoridades de varias comunidades han cerrado parques y han pedido precaución ante la posibilidad de desprendimientos de cornisas y ramas en zonas urbanas y arboladas.

En Galicia, las ramas que han caído sobre el tendido eléctrico han dejado sin luz a cientos de ciudadanos, y el viento ha arrancado el techo del conservatorio de Santiago de Compostela. La intensidad de Kirk también ha provocado la cancelación y el desvío de vuelos con origen o destino a Galicia, Cantabria y País Vasco.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte de la llegada de “una nueva y profunda borrasca” tras el paso de Kirk. En este caso, dejará “lluvias abundantes” en el sur de la Península. Hasta entonces, se espera que Kirk deje unos 100 litros de agua por metro cuadrado en 12 horas. Además, la costa se mantiene en alerta por mala mar y olas de hasta siete metros.

Kirk deja sin luz a 300.000 portugueses

A su paso por la Península Ibérica, Kirk también ha derrumbado estructuras y árboles en el norte de Portugal. El país ha registrado inundaciones en algunos puntos, así como cortes de luz que han dejado sin electricidad a más de 300.000 personas. Las carreteras nacionales también han sufrido restricciones por las malas condiciones meteorológicas. La circulación de los trenes de la Línea del Miño, que conecta las ciudades de Oporto y Valença, también ha sido interrumpida.

A las 7:00 de la mañana de este miércoles, los servicios portugueses de protección civil ya habían registrado casi 600 incidentes, la mayoría de ellos relacionados con la caída de árboles. El personal de emergencias asciende a más de 1.800 trabajadores, desplegados principalmente en el área metropolitana de Oporto, el Alto Miño​ y el Cávado, las regiones más afectadas por la tormenta.

 

Fuente: Euronews

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