La sequía de los dos últimos meses ha afectado los cultivos de frutales, en Ecuador. El clima seco cambió drásticamente la brotación de las frutas. La falta de agua ha llevado a que no cuajen adecuadamente, lo que pone en riesgo la producción.
Esto se evidencia en cantones, como Cevallos, en Tungurahua, que se caracteriza por ser una zona rica en frutas.
Avelino Ramírez, de la Asociación de Producción Alternativa, cuenta que la pera recién está empezando a querer brotar por la escasez de agua. Mientras que la manzana, que en 2023 tuvo una producción de 221 toneladas, tampoco está brotando como normalmente ocurre.
Por un lado, este fruticultor explica que disminuyeron totalmente los caudales de agua y por otro no hay las horas frías necesarias para que broten como es debido. Esto ocurría entre junio y agosto.
Los 20 miembros de esta Asociación están haciendo lo imposible para reactivar las plantas. Para esto recurren a abonos orgánicos, líquidos y sólidos.
Las heladas golpean al durazno y la claudia
Hay variedades de claudia que debían estar cerca de la cosecha y recién están queriendo brotar. Con las pequeñas lloviznas de los últimos días se han recuperado un poco.
Pero el problema adicional es que en las madrugadas caen las heladas y luego-de forma brusca- el calor arremete con fuerza.
La claudia de muchos agricultores prácticamente se ha quemado con las heladas. Y, al no contar con agua para regar se quedan sin una defensa húmeda frente a la helada.
Esto también afecta al durazno. La floración y los frutos cuajados sufren daños. En 2023, el INEC registra que 26 810 árboles de durazno produjeron 150 toneladas. Ahora, la falta de riego agrava la situación.
Escasez de agua en las partes bajas y altas tres provincias
Los canales de riego, ya sea en las partes bajas como altas, no abastecen como antes a las zonas agrícolas de Tungurahua. Los nevados de El Carihuairazo y parte del Chimborazo, de donde proviene el agua, según los agricultores, están quedando solo piedra.
Esta situación también afecta a los productores de las provincias de Chimborazo y Bolívar, en donde también se cultiva productos de ciclo corto, como el maíz suave.
Pese a este panorama, los productores no pierden la esperanza de que las nuevas variedades de frutas tengan un buen cuajado y que pronto lleguen las lluvias.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) prevé una reactivación gradual de las lluvias en la Sierra y Amazonía en estos días y en octubre. Aunque al inicio serán de baja intensidad.
Cosecha de claudia mango se adelantó
Hay agricultores que decidieron adelantar la cosecha de claudia mango, pese a que el fruto no ha desarrollado como es debido. El resto de la cosecha está quedada.
En el caso de la cosecha de la reina claudia, que generalmente, sale desde diciembre hasta abril, está quedada.
La escasez de agua impide que los cultivos alcancen su peso y calidad óptimos. Las plantas requieren un nivel adecuado de humedad para desarrollarse correctamente; sin ella, los frutos pueden ser más pequeños y menos sabrosos. Esto, a su vez tiene un impacto en su valor en el mercado.
La sequía y las enfermedades amenazan al banano
Los cultivos de banano también están en crisis. Franklin Torres, presidente de la Federación Nacional de Bananeros, señala que la reducción de la producción no se debe solo al clima, sino también a enfermedades como el moko, causada por la bacteria Ralstonia. Esta afectó a cerca de 30 mil hectáreas.
La sequía golpea especialmente a las plantaciones de El Oro, que dependen de canales de riego que actualmente están secos debido a la falta de mantenimiento y al clima seco. Se calcula que 23 mil hectáreas en la provincia han sufrido por la escasez de agua.
En respuesta, la Asociación de Bananeros de El Oro pidió al Gobierno la declaratoria de emergencia en el sector, exigiendo financiamiento para pozos y una reducción de los intereses de los créditos agrícolas.
A pesar de estos desafíos, los precios de la caja de banano han mostrado un comportamiento inusual: el precio promedio de la caja spot supera los ocho dólares, mientras que el precio oficial es de 6,85. Se prevé que estos precios aumenten en los próximos seis meses por la creciente demanda de los países del hemisferio norte.
Por otra parte, Torres destaca que los préstamos y kits agrícolas no llegan a quienes más los necesitan. Recientemente, se planteó al Ministerio de Agricultura un programa de ayuda para combatir la enfermedad del moko y la falta de producción. En una carta formal, solicitaron medidas para implementar microorganismos que ayuden a los productores, así como el apoyo para establecer laboratorios en cada asociación de productores.
Tres provincias cacaoteras están afectadas por la sequía
El sector del cacao también sufre las consecuencias de la sequía. Iván Ontaneda, presidente de Anecacao, informa que las afectaciones se han reportado en Esmeraldas, Manabí y Los Ríos. Las zonas de estribación son las más afectadas. Aunque se han implementado sistemas de riego, muchos productores aún carecen de ellos. Anecacao trabaja en diagnósticos y recomendaciones para el uso óptimo del agua.
Se promueven buenas prácticas agrícolas para conservar la humedad en el suelo y preparar a las plantas para el estrés hídrico. Además, se están realizando ensayos con nuevas alternativas para mejorar la humedad en las fincas de cacao. La incertidumbre en el abastecimiento influye en la producción y, por ende, en los precios en el mercado internacional.
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