Con efectos especiales tradicionales, mundos de fantasía, aventuras algo absurdas y personajes inolvidables, las películas familiares de los ochenta han dejado una huella imborrable en toda una generación. Desde cazadores de fantasmas hasta jóvenes que aprenden valiosas lecciones de vida, estas historias nos enseñaron a enfrentarnos a nuestros miedos, a animarnos a dar saltos y a creer en lo imposible.
En esta selección de Max, repasamos títulos icónicos de aquella década que van desde Los cazafantasmas y Beetlejuice, hasta La historia sin fin.
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