La plataforma Bluesky no para de sumar seguidores desde que las autoridades brasileñas decidieran bloquear la red social X (antigua Twitter), luego de que su propietario, el multimillonario Elon Musk, enfrentado con el Tribunal Supremo, se negase a tener un representante legal en Brasil.
Un mensaje de la propia red en su perfil hace tres días muestra el entusiasmo de sus responsables, entre ellos un exfundador de Twitter, con el éxodo masivo de cibernautas a sus filas tras el bloqueo impuesto por el juez Alexandre de Moraes, el ‘archienemigo’ de Musk.
“Si estás leyendo eso, eres uno de los primeros 10 millones de usuarios de Bluesky”, escribió la plataforma.
“Nuevos récords”
El mismo día de la decisión del juez, el 30 de agosto, en el perfil de la compañía creada en 2019, se escribió: “Brasil, estás estableciendo nuevos récords de actividad en Bluesky”. Pocos días, después, la plataforma celebró la llegada de 2,6 millones de nuevos usuarios en una semana, de los cuales el 85 % eran brasileños.
La decisión de De Moraes, luego de meses de enfrentamientos por una investigación judicial sobre noticias falsas, con amenazas insultos entre él y el magnate, dejó a más de 20 millones de usuarios sin esa red social, que tenía una gran influencia en Brasil y era muy usada por políticos, líderes de opinión y analistas.
Entre los nuevos usuarios de Bluesky, que en 2021 se volvió una plataforma independiente y cuya apariencia y funcionamiento es muy similar a X, figuran instituciones del gobierno izquierdista de Luiz Inácio Lula da Silva, también enfrentado a Musk.
La migración masiva a Bluesky cogió por sorpresa a la compañía, que se vio presionada a habilitar nuevas funcionalidades, como la inserción de videos, ante la insistencia de los usuarios. Antes, solo permitía fotos y GIFs.
“Estamos gradualmente implementando la capacidad de postear vídeos. Gracias por vuestra paciencia”, declaró la plataforma en ascenso.
“Censura previa”
En su decisión de bloquear a X a nivel nacional, el magistrado impuso también una multa diaria de 50.000 reales (casi 9.000 dólares) a cualquier persona o empresa que intente sortear la prohibición a través de una red privada virtual (VPN).
El miércoles, X volvió a funcionar parcialmente después de que la plataforma usara nuevos servidores que hacen más difícil su bloqueo. Uno de los que se aprestó a publicar fue el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, un estrecho aliado de Musk, con el que comparte su particular concepción de libertad de expresión sin límites.
El exmandatario aprovechó para arremeter contra la decisión de De Moraes de privar a millones de brasileños “del libre acceso a la información y del derecho a expresarse”.
“X fue prohibido por cuestionar decisiones judiciales que requerían no solo la eliminación puntual de publicaciones, sino también la eliminación permanente de perfiles. Se trata de censura previa, una práctica prohibida por la Constitución y una grave violación de los derechos fundamentales”, dijo Bolsonaro.
De Moraes volvió a imponer una multar a X con 5 millones de reales (casi un millón de dólares) por “burlar” su decisión, y la aplicó también de forma subsidiaria a la empresa de internet satelital Starlink, también de Musk y que tuvo recursos bloqueados en Brasil para garantizar el pago de las multas de la red social.
Un duro pulso
La polémica entre Musk y De Moraes estalló en abril, cuando el empresario se negó a bloquear varias cuentas de X vinculadas con el bolsonarismo, como exigió la justicia brasileña.
Musk calificó al juez “dictador” y afirmó que “debería dimitir o ser destituido”, también se negó a pagar las millonarias multas por incumplimiento de las órdenes judiciales.
En este rifirrafe, De Moraes, también conocido por llevar la batuta de las investigaciones sobre el intento de golpe bolsonarista en 2023, incluyó al multimillonario en una investigación en curso sobre la propagación de noticias falsas por parte de supuestas ‘milicias digitales’ antidemocráticas. RT
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