“Soy un violador, como todos los acusados en esta sala, que al venir conocían su estado”, afirmó Dominique Pelicot en el juicio que se le celebra en Aviñón, Francia, en referencia al hecho de que los otros hombres sabían que su ahora exesposa, Gisèle Pelicot, se encontraba en estado de inconsciencia a causa de los ansiolíticos que le daba. “Lo sabían todos, no pueden decir lo contrario”, aseguró.
Dominique Pelicot, de 71 años, está acusado de drogar a su exmujer administrándole medicamentos para dormirla y violarla junto a decenas de desconocidos, por casi 10 años, entre 2011 y 2020.
“Pido perdón aunque esto no sea algo aceptable”
Gisèle Pelicot “no merecía eso”, afirmó el principal acusado en el proceso. “Soy culpable de lo que hice. Ruego a mi mujer, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. [esposa de otro acusado a la que también habría violado], aceptar mis disculpas. Pido perdón aunque esto no sea algo aceptable”, agregó.
“Ella era maravillosa”, declaró, mientras Gisèle lo miraba fijamente en el tribunal. “La amé 40 años y la amé mal 10 años. Nunca debí hacer eso. Lo arruiné todo. Perdí todo. Debo pagar por ello”, agregó.
La víctima principal víctima, por su parte, afirmó en el juicio que, mientras vivió con Dominique, jamás imaginó que la violara: “Él es consciente de esos actos de violación, pero yo no dudé de este hombre ni un solo segundo. Tenía plena confianza en él”, explicó Gisèle Pelicot. “Amé a este hombre durante 50 años. Habría puesto mis dos manos en el fuego por él”, agregó.
50 procesados, de entre 26 y 74 años
Esta es la primera declaración ante el tribunal de Pelicot desde el inicio del juicio el 2 de septiembre y su testimonio es crucial para los otros 50 procesados, de entre 26 y 74 años, enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.
Algunos acusados defienden que desconocían que Pelicot le administraba medicamentos para dormir a su mujer y afirman que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo que negó la víctima en su primera declaración ante el tribunal.
“Todas somos Gisèle”
La presencia este martes de Pelicot en el tribunal generó expectación, después de que se ausentara del proceso más de una semana debido a problemas de salud.
Su primer interrogatorio estaba previsto el pasado martes, pero desde el día anterior se ausentó del juicio por enfermedad, obligando al presidente del tribunal a modificar el programa y decretar varias suspensiones.
El mediático proceso en su contra se ha convertido en un símbolo del uso de drogas para cometer agresiones sexuales, práctica conocida como sumisión química, y relanzó en Francia el debate sobre la cuestión del consentimiento.
Al grito de “todas somos Gisèle”, 10.000 personas manifestaron el fin de semana en Francia en apoyo a la principal víctima, que rechazó al inicio del juicio que este se celebrara a puerta cerrada, para aleccionar a los victimarios y mostrar a otras víctimas que no están solas.
Fuente: DW