Juan L. y Asencio A., de 26 y 31 años, no pudieron contener las lágrimas al reencontrarse con sus familiares tras permanecer secuestrados por tres días.
“Ya acabó la pesadilla, ñañito”, decía una hermana de las víctimas mientras sellaba el encuentro con un abrazo en las instalaciones de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC) de Quevedo, hasta donde fueron llevados Juan y Asencio por los policías y militares la madrugada de este domingo.
La Policía informó que la tarde del 12 de septiembre Juan y Asencio se encontraban trabajando en el cantón El Empalme (Guayas) cuando fueron interceptados por una camioneta Ford.
A bordo de dicho vehículo se movilizaban ocho hombres; de estos, seis descendieron fuertemente armados y los secuestraron.
Pocas horas después del secuestro, familiares de los trabajadores empezaron a recibir mensajes de texto donde les exigían 30.000 dólares a cambió de la liberación.
Pese a las amenazas que realizaron los delincuentes, quienes advirtieron con quitarles la vida, los familiares denunciaron el hecho a la Policía.
Los agentes de la Unase, con apoyo de las Fuerzas Armadas, realizaron operativos e investigaciones mediante los que lograron conocer que las víctimas estaban retenidas en una zona rural ubicada en la vía El Empalme-Pichincha.
Ante esa información, pasadas las 21:30 del sábado, equipos de la Unase y militares llegaron a una finca y, tras pasar por plantaciones de un maizal, llegaron hasta una casa de caña donde hallaron a Juan y Asencio.
Ambos fueron rescatados y llevados a la UVC de Quevedo, donde con besos, abrazos y aplausos fueron recibidos por sus familiares.
Durante el operativo no se registraron detenidos, informó la Policía. (I)
Fuente: El Universo