Dos meses y dos semanas han pasado desde que el cadáver de Aidita Pamela Ati Gavilánez fue hallado en la Brigada del Fuerte Militar Napo. La familia de la subteniente de 25 años insiste en que se trató de un femicidio y defiende el primer informe forense, que señala que la joven fue violentada.
Sin embargo, un segundo informe, elaborado tras la exhumación del cadáver, contradice la teoría sobre una muerte violenta y determina que la causa de la muerte fue natural.
Tanto la familia de la víctima, como los señalados como sospechosos coinciden en que tener dos resultados distintos muestra “negligencia por parte de la Fiscalía de Orellana”. A continuación, conozca qué dicen ambos informes y cómo sus contradicciones afectan a la investigación. ¿Podría esto provocar el cierre del caso sin sentenciados?
Exhumación dice que Aidita Ati se ahogó por exceso de alcohol
El abogado Vladimir Porojnia, defensor de uno de los militares procesados, Santiago Q., indica que el principal hallazgo (el cual ya está incorporado en el expediente) es la exhumación de Aidita Ati (realizada la última semana de agosto de 2024). En dicho documento se señala que Ati murió por un edema agudo de pulmón por intoxicación alcohólica. “Esto quiere decir que esto es una muerte de índole accidental, desde el punto de vista médico-legal, y no criminal”, dice Porojnia.
Las conclusiones del segundo informe se basaron en pericias toxicológicas que establecieron que la subteniente mostraba una concentración de 4,87 gramos de alcohol etílico por cada litro de sangre. Todo esto –indica el abogado– provoca la depresión del sistema nervioso central, inhibición respiratoria, congestión pulmonar y edema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que desde los 2,5 gramos de alcohol etílico por cada litro (g/L) de sangre el cuerpo ya desarrolla grave alteración de la conciencia y al llegar a los 3,5 g/L se puede producir un coma etílico, así como la falta de respuesta a los estímulos.
Autopsia de Aidita Ati reveló golpes y líquido blanquecino en sus genitales
El 24 de julio de 2024, la entonces abogada de la familia Ati, Paola Montoya Lara, informó que la ampliación de la autopsia “permitió revelar que ella tuvo un golpe en la cabeza y golpes en las manos, eso quiere decir que ella trató de defenderse”.
Montoya acotó que el informe señala que existen evidencias de abuso sexual, pero en este momento no hay evidencia para determinar si fueron varios los atacantes.
“Lo que estaría mostrando de forma precisa la autopsia, es que ella estaba viva cuando sucedieron los hechos, trató de defenderse y, lastimosamente, fue asesinada para que no hable”, apuntó.
Porojnia cuestiona el primer informe, al que aún no han tenido acceso completo, y dice que fue realizado por una perito en formación académica. “No registra o no existe un documento para la formación para médico legista”. “Es nefasta la falta de experticia”, resalta el abogado.
Abogados en el caso Aidita Ati denuncian negligencia de la Fiscalía
El abogado Galo Quiñónez, quien se unió a la defensa legal de la familia Ati a finales de agosto de 2024 (ocho días antes de que se cierre la instrucción fiscal), ratifica la existencia de ambos informes: uno (la autopsia) que maneja la hipótesis de una muerte violenta y el otro (exhumación) que señala una muerte accidental.
Al haberse cerrado la instrucción fiscal, dice Quiñónez, ya no ha sido posible realizar nuevas diligencias. Eso sí, coincide con Porojnia al calificar a la Fiscalía de Orellana como “negligente”.
Los calificativos sobre el trabajo de la fiscal de Orellana, Eulalia Rodríguez Quito, quien tuvo el caso en sus manos por 50 días, van desde presunta negligencia hasta posible fraude procesal. Porojnia señala que se ocultó el acta del levantamiento del cadáver, así como videos de una cámara de seguridad que fueron explotados “sin una audiencia privada, con todas las partes como dicta la ley”.
Es necesario un tercer informe para saber qué pasó con Aidita Ati
Quiñónez destaca que lucharán jurídicamente “basados en el primer informe de la muerte” que detalla “que, posiblemente, ella (Aidita Ati) fue perpetrada sexualmente y eso no ha variado”.
Sobre el segundo informe, el abogado defensor de la familia Ati dice que no han podido hacer ampliaciones o preguntas porque se cerró la instrucción fiscal. “Por lógica, si tenemos dos informes (…) lo lógico es hacer un tercer informe dirimente”.
El proceso es llegar a una audiencia preparatoria de juicio en la que la defensa de la familia Ati pida a la jueza nulidad por falta de defensa técnica y falta de acuciosidad de la investigación fiscal en Orellana.
Si la jueza acepta la nulidad, el caso regresaría al día 15 de la instrucción fiscal “con el único fin de que se realice el tercer informe”, destaca Quiñónez.
¿Puede el caso cerrarse sin llegar a juicio o tener sentencias?
Porojnia dice que con el segundo informe, lo que esperan de la Fiscalía es un dictamen abstentivo (abstenerse de acusar al o los procesados) o la jueza podría elevar el dictamen abstentivo a consulta del fiscal provincial.
Si la Fiscalía insiste en ir a una audiencia preparatoria de juicio y de dictamen acusatorio, Porojnia señala que buscará que se dicte el sobreseimiento (resolución judicial que pone fin a un proceso penal sin que se dicte sentencia condenatoria).
A esto pueden apelar tanto desde Fiscalía como de la defensa de la familia Ati.
Quiñónez dice que confía en que lleguen a la audiencia preparatoria de juicio y que no se adelantará en hablar de una estrategia legal en caso de que exista dictamen abstentivo o sobreseimiento.
“Hay una deficiente y negligente investigación de la Fiscalía de Orellana, que estuvo a cargo del caso por 50 días”, Galo Quiñónez, abogado de la familia de Aidita Ati.
Fuente: La Hora.