Un dato revelador desmiente una creencia popular sobre los gatos

unque nadie lo crea, ya que la creencia popular dicta lo opuesto, los gatos no son muy buenos a la hora de cazar ratas. Si bien en su naturaleza son considerados animales que se destacan en la depredación, lo cierto es que son increíblemente ineficaces a la hora de tener que encontrar roedores y, en muchos casos, estos felinos eligen presas mucho menos desafiantes.

Casi todas las personas entienden que los gatos y las ratas o ratones tienen una rivalidad insoslayable, tal vez desde Tom y Jerry, los famosos personajes de caricatura para niños. Sin embargo, en la realidad no es tan así. Desde Scientific American, explican que los gatos adultos tienen poco comportamiento bélico contra las ratas, debido al tamaño de los roedores y, más que nada, a su comportamiento. Incluso afirman que los gatos hasta podrían comer de la misma bolsa de basura con las ratas, como si fuera una gran cena compartida.

En este sentido, en 2018 Michael H. Parsons, investigador de Fordham University, se refirió al tema en una entrevista para Atlas Obscura donde afirmó que los gatos tiene o no éxito en su caza de ratones de acuerdo al tamaño y la ferocidad de su oponente. “Una rata de Nueva York puede pesar alrededor de 330 gramos, lo que es aproximadamente 10 veces el peso de un ratón promedio”, expresó el investigador, refiriéndose al uso antiplagas de los felinos. Según el estudioso del tema, los gatos terminan prefiriendo presas más pequeñas, menos ágiles y fáciles de cazar.

Los especialistas coinciden que los felinos no son buenos cazadores de ratas debido a su comportamiento y el tamaño de sus rivales
Los especialistas coinciden que los felinos no son buenos cazadores de ratas debido a su comportamiento y el tamaño de sus rivalesUnsplash

Plagas de ratas, gatos y biodiversidad: un problema social de tres partes

En nuestra cultura, el mito de que los gatos son increíblemente buenos controlando la plaga de ratas tiene raíces profundas, a tal punto que muchos creen que su mera presencia en un ambiente significa que no hay ratas ni ratones. Pero por lo general, los gatos eligen a otro tipo de presas, y eso está probado. Por ejemplo, un artículo de Smithsonian Magazine menciona un estudio realizado en una planta de basura de Brooklyn en el que se observó una colonia de ratas. En la investigación se obtuvo como resultado solamente dos ratones muertos a mano de los gatos en 79 días. Por otro lado, según The Conversation, la alimentación de estos felinos se basa en un 47% en aves y solamente en un 21% en mamíferos varios, entre los que están incluidas las ratas.

Esta mala concepción de los felinos llevó a distintas organizaciones en ciudades como Washington o Chicago a liberar gatos a la calle para palear las infestaciones de ratas en la urbe. Esto puede tener muchos más contras que pros: los felinos son transmisores de distintos parásitos que pueden afectar a las personas. Por ejemplo, desde The Atlantic explican que pueden expandir una enfermedad llamada toxoplasmosis que produce una infección por un parásito que se encuentra en las heces de los gatos y puede causar complicaciones graves en mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Además, soltar gatos en ciudades tienen impactos importantes en la biodiversidad. En Brasil, por ejemplo, se registraron casos de graves afecciones al ambiente por la acción combinada de gatos y ratas. La caza natural practicada por los felinos puede tener un grave impacto. “El efecto ambiental de los gatos en libertad o semilibertad es un precio demasiado alto solo por dejar de ver unas ratas cuyo número no varía,” finaliza el artículo de The Conversation.

La dieta promedio de un gato callejero consiste en casi un 50% de pájaros
La dieta promedio de un gato callejero consiste en casi un 50% de pájarosUnsplash

A pesar de que los gatos podrían parecer la opción ideal para controlar plagas de ratas, no es el caso. En realidad, su efecto en otras especies silvestres es mucho más perjudicial que su eficacia limitada en la reducción de las poblaciones de ratas. Como concluye Parsons en la entrevista con Atlas Obscura, “la clave para gestionar las poblaciones urbanas de roedores es la gestión de residuos, no los gatos ferales”.

 

Fuente: La Nación

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