Luis Gallegos Chiriboga : La causa raíz

Los ecuatorianos nos aprestamos a un nuevo proceso electoral, en medio de turbulentos acontecimientos en lo nacional e internacional. Más son las incógnitas que las certezas en este punto crítico de la vida del país. Lo que sí sabemos es que la inseguridad y el desempleo son las mayores preocupaciones del electorado.

¿Cómo llegamos a ser un país de los más violentos del mundo, cuando hace poco pregonábamos que éramos “una isla de paz”, pese a estar inmersos en una región que producía cocaína desde hace décadas? Ecuador ocupa el cuarto puesto de criminalidad en las Américas, después de Colombia, México y Paraguay, con un índice de crimen organizado de 7,07, en 2023. Cada 69 minutos muere un ecuatoriano de forma violenta, según fuentes policiales.

La causa raíz de esta debacle es la cocaína, que ha traído la expansión de los tentáculos del narcotráfico a los estamentos sociales, económicos, y sobre todo, políticos.

Muchas veces en esta columna he aludido al problema del narcotráfico andino y las razones por la cual los países de la región han visto una espiral de violencia, pero creo necesario proponer un análisis de la causa raíz que nos permita determinar el origen del problema e identificar soluciones que reduzcan y eliminen sus impactos. De esta forma es posible enfocarnos en reducir el problema definitivamente, en lugar de optar por soluciones parciales, que formulan políticas públicas parches que solamente son de efecto temporal.

Tenemos un problema compartido con los consumidores de las drogas. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en el 2022 eran 292 millones de personas que consumían drogas, de los cuales 23 millones son consumidores de cocaína. Esto nos dice que vivimos en un mundo donde el doparse es parte de la cultura, sin importar el colorido ideológico del régimen de turno, con consecuencias muy dolorosas.

En el norte global, donde están la mayor parte de los consumidores, impacta saber que solo uno de cada 11 hombres y una de cada 18 mujeres reciben tratamiento. Esos consumidores son el mayor eslabón en esta cadena de criminalidad y por lo visto están abandonados a su suerte.

Sin duda, la escalada de violencia responde al crecimiento de la producción de cocaína en Colombia, Perú y Bolivia, que afecta las cadenas de suministros y distribución como es el caso de Ecuador. De hecho, los cambios producidos desde el 2010 al 2022 muestran que la manufactura de cocaína ha subido 123 % y las capturas han incrementado en 220 %.

Es necesario que Ecuador analice las causas raíz que han terminado con su paz interna y le han colocado entre los países más violentos del mundo. De esta forma se podrá diseñar e implementar una estrategia que aplique medidas que busquen solucionar los problemas derivados del narcotráfico, que tiene entrampada a la sociedad ecuatoriana en su conjunto. Sin una iniciativa integral no habrá soluciones sostenibles y condenaremos al país a la perpetuación de esfuerzos de alcances limitados e inservibles para la solución final.

Fuente: El Universo.

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