Finalmente, llegó el día. El más emotivo, el más doloroso. El de la despedida de Ángel Di María, leyenda de la Selección Argentina. Allí en el Monumental, ante miles de hinchas argentinos, salió el Fideo a la cancha acompañado por su esposa, Jorgelina Cardoso, y sus dos hijas, Mía y Pía.
Todo el estadio se oscureció y en la pantalla grande se iluminó un video, que recolectaba varios fragmentos de Di María en su paso por la Selección y con un texto escrito por Mía, su hija mayor. Empezaron a aparecer entonces las primeras lágrimas de Angelito. En esa emoción, así como también de la mano, lo acompañaba su familia, que tras finalizado el video se fundió en un abrazo con él.
Luego apareció un mensaje de Lionel Messi, y concluido este, se encendieron nuevamente las luces de la cancha de River. Ya en el césped, Abel Pintos comenzó a cantar «No me olvides»y aparecieron el resto de campeones de la Selección.
Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA, se acercó y le entregó el primer obsequio: una plaqueta con imágenes suyas. A él le siguió Alejandro Domínguez, máximo mandatario de la Conmebol, quien le acercó ni más ni menos que una réplica de la Copa América.
Después, claro, micrófono en mano de Di María para sus primeras palabras. «La verdad es que es difícil hablar, tengo muchos sentimientos por dentro. Primero que nada quiero agradecer a toda la gente que trabaja en la AFA. Fueron 16 años con ellos, toda mi carreras. Viví cosas difíciles con ellos y al final tuve muchas alegrías con ellos, que estuvieron al lado, apoyando, con buena cara. Para ellos el primer agradecimiento por lo que hicieron por mí y por los chicos que pasaron», expresó en el arranque.
“No quiero olvidarme de todos los entrenadores, compañeros que pasaron porque tuve la posibilidad de jugar con varias generaciones y grande jugadores al lado con los que tuvimos la mala suerte de no ganar, a ellos les quiero agradecer. No puedo olvidarme de los que están acá, gracias a ellos me estoy yendo de esta manera, con este cariño, agradecerles eternamente, también al técnico, cuerpo técnico, médicos, staff, gracias a todos. Ahora soy un hincha más y los voy a estar apoyando a todos», agregó.
“Por último, a mi familia por el cariño que me dieron estos años cuando las cosas no salían: mi viejo, hermanas, familia de mi mujer, agradecidos por todo lo que me apoyaron y se bancaron hasta tener estas alegrías. Y a la persona más importante de mi vida y las dos preciosuras que estuvieron al lado mío que lucharon por mí, no dejaron nada, les quiero agradecer eternamente. Muchísimas gracias a todos, ahora estaré del lado de ustedes”, cerró Angelito
Luego de brindar sus palabras, se acomodó junto al resto de jugadores para posar ante un obsequio más: un tremendo cuadro de él con la Copa del Mundo. ¿El cierre? Un abrazo con el plantel, que lo levantó por los aires para despedirlo. Inolvidable…
Fuente: Olé
MM