La Agencia Metropolitana de Control (AMC) está desbordada de trabajo. Además, enfrenta riesgos al trabajar para hacer cumplir las ordenanzas. Su mayor reto es controlar a los vendedores informales. Actualmente usan chalecos anticortes de cuchillos, porque en los operativos han sido agredidos con armas cortopunzantes. También se exponen a que les arañen el rostro o que les lancen ácido, como ya ocurrió en una ocasión anterior.
En lo que va de 2024, se han reportado 10 agresiones, de las cuales tres requirieron intervención médica por cortadura en el rostro, rotura de vértebra y cráneo.
La carga de trabajo de la AMC
En Quito se han generado una gran cantidad de normativas e infracciones que únicamente son atendidas por la AMC. Esta institución, que levanta procesos administrativos sancionadores, cuenta con 141 agentes metropolitanos de control. Dichos agentes, que representan menos del 10% de los 10.503 funcionarios que el Municipio tiene en nómina (el doble que en Guayaquil), son los encargados de que se cumplan las ordenanzas de quebradas, ríos, fachadas, aceras, basura, publicidad, libadores, Licencia Única de Actividades Económicas (LUAE), permisos y construcciones no autorizadas.
Lira Villalva, supervisora de la AMC, confirma que están desbordados y que están apoyándose en otras entidades con capacitación, para que puedan generar los informes motivados y tengan más manos generando control.
Asegura que esta entidad es una de las que menos recursos logísticos tiene en el Municipio. Explica que ella quisiera tener más capacidad. “La gente quiere más control, pero no quiere más funcionarios, ni gastos. Uno tiene que hacer muchos esfuerzos para poder cumplir con ambas cosas”, señala.
También están implementando un proceso de automatización para reducir la necesidad de contratar más personas y evitar la corrupción. A pesar de esta implementación, dice que requieren contratar mínimo 70 personas para realizar un trabajo efectivo.
Sectores de Quito donde se necesitan más Agentes
El Centro Histórico es el área más controlada, con un total de 1.802 intervenciones de la AMC. En contraste, otras zonas de la capital requieren más atención.
En la Administración Zonal Eloy Alfaro (norte) se han realizado 515 controles, en Quitumbe (sur), 323; en La Mariscal (centro norte), 293; en La Delicia (norte), 290; en Tumbaco (oriente) 279; en Calderón (norte), 264; y en Los Chillos (suroriente), 260.
Además, los datos incluyen 1.600 controles adicionales en «varios sectores» que no han sido especificados. (EC)
Medidas para combatir la corrupción en la AMC
La AMC, según Lira Villalva, supervisora de la AMC, ha implementado medidas para mejorar el funcionamiento interno de sus unidades operativas y combatir la corrupción, tanto dentro como fuera de la institución.
Uno de los principales problemas identificados, en el inicio de su administración, fue la falta de control en los procesos administrativos. Según Villalva, varias unidades no seguían una lógica de control territorial, lo que resultaba en procesos perdidos, caducidades y una significativa susceptibilidad a la corrupción. Además, se detectaron irregularidades en la distribución de casos, donde las sanciones de mayor valor eran manejadas por ciertos técnicos, lo que generaba sospechas de manipulación.
Para abordar estas deficiencias, la AMC decidió centralizar la sustanciación de procesos en un solo lugar, automatizando la asignación de casos para evitar manipulaciones. También se externalizó el servicio de notificaciones para reducir el contacto directo entre funcionarios y ciudadanos, tras la detención de un exfuncionario por extorsión.
Estas medidas ya han dado resultados concretos, dijo la funcionaria. Entre octubre de 2023 y julio de 2024 se recaudó más de $4,1 millones, una cifra que podría alcanzar los $6 millones para fines de octubre de 2024, según proyecciones de Villalva. Este incremento en la recaudación es atribuido a la reactivación de procesos que antes estaban paralizados u ocultos por agentes corruptos.
Fuente: La Hora.