El aumento descontrolado e ineficiente del gasto público hizo del Ecuador un país caro para vivir y producir

A pesar de que actualmente Ecuador está entre las tres economías con menos inflación de América Latina, todos los días, tanto ciudadanos como empresarios viven una realidad que refleja que es caro vivir y producir en el país.

En este contexto, la pregunta es, ¿por qué es caro vivir y producir en Ecuador?

Para encontrar la respuesta se debe regresar al segundo boom petrolero y la década de régimen de Rafael Correa.

Entre junio de 2007 y junio de 2015, Ecuador registró una inflación acumulada de 45%, la cual fue tres veces mayor a la de 15% registrada en Estados Unidos.

Es decir, a pesar de ser una economía dolarizada, los precios en Ecuador crecieron tres veces más que en Estados Unidos.

“Una de las peores herencias de la farra petrolera, entre 2007 y 2015, es que nos volvió un país caro. Y a pesar de la baja inflación que hemos tenido desde el fin del boom, seguimos siendo un país caro. Hoy, esa es una de las grandes limitaciones que tenemos para crecer”, explicó Vicente Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de las Américas (UDLA).

Luego de que se acabó el boom, entre junio de 2015 y junio de 2024, la inflación acumulada ha sido del 8% sin el despilfarro correista.

Esto es cuatro veces menos que lo acumulado en el mismo periodo en Estados Unidos u ocho veces menos que en Colombia

“Hemos ganado competitividad en los últimos años, pero no todo lo que perdimos en la época del gasto loco”, acotó Albornoz.

En otras palabras, de la mano del aumento desmedido del gasto público, la subida de impuestos y aranceles para financiar ese gasto público, y los caros créditos chinos que todavía no terminamos de pagar, La economía de Ecuador se volvió cara para vivir y producir entre 2007 y 2015.

Luego de eso, los precios han seguido subiendo, pero a un nivel mucho más bajo; pero ya el país se quedó con unos costos fuera de su realidad y con serios problemas de crecimiento, comentó Diana Mesa, economista e investigadora en desarrollo económico.

Por eso, en 2024, Ecuador cumplió una década pérdida en términos de crecimiento económico y generación de empleo.

El despilfarro correísta le sigue costando caro al Ecuador

Durante la década correista, en lugar de impulsar que se produzca más, que Ecuador se abra al mundo y que formalizarse no sea tan complejo, se sobrerreguló y burocratizó todo de la mano de un gasto público que, solo dentro del Presupuesto General del Estado (PGE) creció del 22% a más del 37% del Producto Interno Bruto (PIB)

A eso, se sumó una política que durante años se enfocó en aumentar aranceles, supuestamente para proteger a la industria nacional.

Sin embargo, esa política encareció la producción, bajo el acceso al crédito, impidió que se creen más empresas, que se produzca más, que mejoren los ingresos y redujo la capacidad adquisitiva de los ecuatorianos.

El resultado fue un Ecuador poco productivo y caro; donde desde la misma Constitución se pusieron trabas a la Inversión Extranjera Directa (IED) y eso abonó aún más a que los costos crecieran mucho más que los ingresos.

“El Ecuador todavía no se ha podido recuperar de los efectos del despilfarro correísta, donde se gastó mucho, pero en gran parte de manera poco eficiente y productiva. Además, todo se financió ahogando al sector privado y echando mano de los costosos créditos chinos, entre otros manejos irregulares como dejar de pagar por algunos años el aporte del 40% al IESS”, recordó Mesa.

La política de apertura comercial iniciada en el Gobierno de Guillermo Lasso es un paso en la dirección correcta; pero los resultados se verán a mediano plazo.

Además, Ecuador dejó perder la oportunidad de firmar un acuerdo comercial con Estados Unidos, junto a Colombia y Perú. Ese error no ha podido ser enmendado y sigue siendo uno de los puntos débiles del comercio exterior nacional. (JS)

-Durante la década correísta, la inflación promedió más del 5,6% anual, es decir, seis veces más que el promedio de los diez años posteriores (0,88% anual).

-Rafael Correa asumió el poder con una canasta básica que costaba $453,97; pero al entregar el mando esa misma canasta costaba $709,18.

-Rafael Correa recibió un presupuesto estatal con superávit (más ingresos que gastos) y fondos de ahorro por más de $4.600 millones. Dejó el poder con el legado de un problema de déficit fiscal crónico (más gastos que ingresos), bajo crecimiento y sin ahorros.

La receta liberal sigue siendo válida para Ecuador

Como ya ha analizado LA HORA, Ecuador necesita un shock liberal para crecer, reducir la pobreza y la informalidad. Incluso, desde sectores como el Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), que es un tanque de pensamiento liberal en Ecuador, se ha propuesto cinco reformas “para convertir al país en una sociedad libre y próspera”.

Esas cinco reformas se resumen en: Reducir el tamaño del Estado, reforma para un mercado laboral flexible, sistema de pensiones fuera del alcance de los políticos, ley bancaria sencilla y flexible, apertura al mundo.

Fuente: La Hora.

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