El mismo ministro de ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, reconoció esta semana que no se puede descartar nuevos cortes de luz o apagones en las próximas semanas.
Este agosto de 2024, que debía ser un mes de lluvias en la zona de Cuenca y de las principales hidroeléctricas como Mazar y Paute, ha sido particularmente seco.
Por eso, los caudales de las hidroeléctricas están a la baja y a eso se sumó, en los últimos días, las restricciones impuestas por Colombia a las ventas de electricidad a Ecuador, entre otros factores que complican la situación energética del país y aumentan las posibilidades de que se produzcan nuevos apagones desde finales de septiembre o inicios de octubre de 2024.
El 8 de agosto pasado, LA HORA ya alertó que la época seca estaba de vuelta y que el déficit eléctrico, a pesar de las contrataciones concretadas por el Gobierno de Daniel Noboa, no se termina de cubrir.
A continuación, se detallan las principales claves que explican por qué el riesgo de nuevos apagones ha aumentado en Ecuador:
1.- Según la empresa pública de agua potable Etapa, la ciudad de Cuenca y zonas aledañas no han registrado lluvias significativas en más de 40 días. Esto a pesar de que en agosto normalmente se prevén precipitaciones.
Etapa ha alertado que los ríos Tomebamba, Machángara, Tarqui y Yanuncay, que abastecen al río Paute y alimenta al embalse de la hidroeléctrica Mazar, tienen actualmente caudales bajos. Incluso, se ha reportado racionamientos de agua en algunas parroquias de Cuenca.
Este escenario ha provocado que el embalse de Mazar haya caído 10 metros, desde un nivel de 2.153 metros sobre el nivel del mar a 2.143 metros.
Además, el ingreso de agua al embalse se ha desplomado ha niveles mínimos de 8 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio histórico en agosto supera los 130 metros cúbicos por segundo.
Carlos Quinteros, ingeniero eléctrico, explicó que lo normal es que llueva en agosto y eso permita mantener los embalses de las hidroeléctricas llenos para que se empiecen a vaciarse desde octubre. Sin embargo, eso no está pasando y eso «aumenta el riesgo de nuevos apagones a finales de septiembre o inicios de octubre próximo».
2.- Colombia emitió una resolución el pasado 16 de agosto de 2024 donde limita o restringe la venta de electricidad a Ecuador.
En concreto, el vecino país decidió que solo exportará energía termoeléctrica (más costosa) a Ecuador y lo hará siempre y cuando las plantas termoeléctricas tengan excedentes, después de haber atendido la demanda nacional.
Ecuador necesita que Colombia le dé como mínimo 450 megavatios; pero desde la última resolución solo está llegando alrededor de 300 megavatios. Este nivel puede bajar aún más, dependiendo de cómo evolucione el estiaje en el país vecino.
Esta situación ha trastocado completamente la estrategia que tenía la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). Fabián Calero, gerente de esa empresa pública, había asegurado que la estrategia era preservar lo más posible el embalse de Mazar y optar por importaciones desde Colombia y el uso de energía termoeléctrica.
Ante la caída de las importaciones desde Colombia, Ecuador se ha visto obligado a aumentar la operación de las hidroeléctricas y ya no preservar los niveles de embalses. Así, por ejemplo, Paute pasó de operar a menos del 40% de su capacidad a superar el 75%.
3.- Para enfrentar la crisis eléctrica, el Gobierno de Noboa ha anunciado que, además de las contrataciones ya hechas (incluida la barcaza de Karpowership), se planea lanzar nuevas licitaciones el próximo 2 de septiembre de 2024.
Se prevé invertir entre $ 900 millones y $ 1.000 millones para la adquisición de 750 megavatios de nueva generación: 550 megavatios de compra y 200 megavatios de alquiler.
Sin embargo, el mismo ministro Goncalves ha reconocido que están con los tiempos encima, e incluso contratando rápidamente, la generación adicional demorará en estar disponible.
“Lo que tenemos es que estamos corriendo contra el tiempo, porque se adelantó el estiaje, y estas compras, hasta que esté la instalación, toman dos o tres meses y eso es donde estamos ahora, en ese trabajo para ver cómo evitamos que existan cortes”, aseguró.
A esto se añade que, debido a los cambios de marea en el río Guayas, que han provocado inestabilidad e inconvenientes técnicos, se ha aplazado la entrada en operación de la barcaza contratada con Karpowership.
El pasado viernes 23 de agosto de 2024 no se pudieron iniciar las pruebas de generación eléctrica, por lo que no se concretará la entrada en operación desde el lunes 26 de agosto.
La barcaza de Karpowership está contratada por 18 meses con un costo de $114 millones. (JS)
Diario La Hora