Las exportaciones de banano siguen a la baja y hasta julio se enviaron 216 millones de cajas que representan una disminución del 1,66 % en comparación con el mismo periodo de 2023, según las últimas cifras de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano del Ecuador (Acorbanec) que lo atribuye al clima y no a los brotes de Ralstonia solanacearum raza 2, conocida como la enfermedad del moko y que según la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), se encuentra en quince provincias.
El dos veces ministro de Agricultura Alfredo Saltos Guale (1990-1992 y 1997-1998) comenta que el moko ya está en el plátano, especialmente en Manabí, en Santo Domingo, Esmeraldas, así como en las zonas bananeras de El Oro y Los Ríos y en Guayas por el lado de Simón Bolívar y Mariscal Sucre. Y el exministro Eduardo Izaguirre dice que se encuentra en El Oro y en Los Ríos.
Agrocalidad indica que hasta julio -a través de los monitoreos que realiza a nivel nacional- se ha detectado la presencia de la bacteria en Bolívar, Carchi, Chimborazo, Cotopaxi, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Manabí, Napo, Orellana, Pastaza, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Sucumbíos.
Son 543 plantas con presencia de la plaga, de acuerdo con el Sistema de Vigilancia Fitosanitaria de Agrocalidad y según los monitoreos realizados en sitios de producción de musáceas. Ese es el número de brotes determinado por las autoridades. De esa cifra, 104 fueron diagnosticados mediante muestras analizadas en laboratorio de enero a julio y el resto de los brotes (439) se han detectado cuando Agrocalidad realiza un seguimiento a los lugares de producción de musáceas.
Los exministros analizan la situación y cómo evitar el avance de la enfermedad, ya que no solo afecta la producción sino las exportaciones y la generación de empleo.
La semana pasada el Ministerio de Agricultura (MAG) y Agrocalidad anunciaron la conformación del Comité Técnico Científico para monitorear, vigilar y controlar la enfermedad del moko. Está habilitada la línea 1800 247600 para que los productores reporten cualquier sospecha de la presencia de sintomatología en cultivos de musáceas.
En Ecuador, en los últimos cinco años “ha venido incrementándose” la presencia de la Ralstonia solanacearum raza 2, indica Saltos.
Explica que la plaga es manejable, porque se pueden recuperar las plantas, incluso volver a sembrar en el mismo sitio luego de un tiempo prudencial, contrario al Fusarium raza 4, que cuando llega a un lugar provoca una devastación y aunque se destruye el cultivo no puede volver a sembrarse, según la información técnica, luego de pasar 40 años.
El director ejecutivo de Acorbanec, Richard Salazar, coincide con el exministro Saltos y revela incluso que en algunas fincas donde se detectó el moko ya se han vuelto a resembrar áreas afectadas.
En tanto, Saltos comenta que en la actualidad están probando nuevos productos orgánicos elaborados a base de residuos de vegetales, incluso algunos están siendo calificados como bioestimulantes, que están actuando bien y se deben acompañar con un mejoramiento de la riqueza microbiana de los suelos, lo cual considera que es fundamental.
En tanto, Izaguirre señala que científicamente no hay una solución efectiva para terminar con la plaga o lograr niveles de convivencia y lo que existen al momento son protocolos que pueden ralentizar el avance de la enfermedad.
Una de las primeras acciones que dice que se deben realizar es definir el hectareaje infectado y separar las áreas perdidas.
Diario El Universo