Quito: Duras críticas al pago de la patente municipal porque lastima la economía y la generación de riqueza

El Municipio de Quito logró recaudar solo el 20% de la deuda por la patente. Analistas creen que este impuesto debe desaparecer. Los detalles.

El Municipio de Quito culminó la remisión de multas e intereses de los ciudadanos que debían valores por concepto de patentes y otros impuestos municipales.

En Quito existía una deuda en impuestos de $470,8 millones por deudas de 363.818 personas. Con la remisión de multas e intereses, esta deuda disminuyó a $271,2 millones. De ese total, los contribuyentes lograron pagar $53,8 millones, lo que representa el 20% del total.

El monto recaudado, según fuentes municipales, “es muy bueno y más de lo esperado”, ya que planificaban recolectar $40 millones.

Con respecto al monto restante, pasará a proceso de coactivas (proceso judicial) si los ciudadanos no se ponen al día hasta el 31 de diciembre.

¿Qué es la patente municipal?

La patente municipal es un permiso obligatorio que otorga el Municipio a personas, empresas, sociedades, nacionales o extranjeras que tienen domicilio o establecimientos en el cantón y que realizan de manera permanente actividades comerciales, industriales, financieras, inmobiliarias o profesionales.

Las personas naturales que no están obligadas a llevar contabilidad pagarán únicamente el impuesto de patente sobre la actividad económica que ejerzan, independientemente de que cuenten o no con un local físico y deben realizar la declaración hasta mayo de cada año.

Las personas naturales que están obligadas a llevar contabilidad y las personas jurídicas pagarán el impuesto de patente y el impuesto de 1,5 x mil sobre sus activos totales y deben realizar la declaración a partir de junio de cada año.

Con esto, toda persona que realice una actividad económica, incluso si ofrece servicios sin relación de dependencia, está obligada a cancelar este tributo. Esto incluye a profesionales como doctores, abogados, periodistas, entre otros, que reciben pagos por sus servicios.

Además, no es necesario que el ciudadano se registre, pues al sacar el  Registro Único de Contribuyentes (RUC) esta deuda se genera automáticamente.

 La patente municipal es un ‘impuesto coercitivo y sin beneficios’

José Alvear, empresario y analista económico, expresó fuertes críticas hacia la patente municipal que se cobra en Quito, calificándola como un impuesto coercitivo que no ofrece beneficios tangibles a los ciudadanos. Según Alvear, el país atraviesa una crisis económica que ha dejado al sector productivo sin liquidez, y la patente municipal solo agrava esta situación al representar un ingreso para el Municipio sin que este retribuya en obras o servicios de calidad.

Alvear argumentó que la recaudación de $53 millones en 2023, con una proyección de 56 millones para 2024, no se refleja en mejoras visibles para la ciudad. «La página web del Municipio es clara en cómo y quiénes deben pagar, pero no ofrece información sobre en qué se aplica este dinero», señaló.

El analista denunció la falta de mejoras en la infraestructura vial, el transporte, y la seguridad de la ciudad, afirmando que la mayoría del presupuesto municipal se destina a sueldos burocráticos, mientras que las obras públicas son mínimas. «Este impuesto es una carga adicional para los ciudadanos, quienes ya enfrentan impuestos a la renta y al consumo», sostuvo.

Alvear concluyó pidiendo la “abolición” de la patente municipal, considerándola «una vacuna legalizada» que obliga a los ciudadanos a contribuir sin recibir beneficios a cambio. Según él, el estado central y los gobiernos seccionales deberían ser los que pongan el hombro para equilibrar la carga financiera en lugar de seguir exprimiendo a los ciudadanos.

La Patente es «un despropósito para la economía», dice académico

El economista y profesor de la Universidad San Francisco de QuitoLuis Espinoza Goded, emitió una crítica contundente a la patente municipal, calificándola como un «absurdo conceptual» que perjudica la generación de riqueza en el país. Según Espinoza, este impuesto representa un obstáculo innecesario para cualquier persona que desee operar económicamente en Ecuador.

«Es absurdo que para generar riqueza tenga que pedir permiso al Municipio y, además, pagar por ese permiso», afirmó. Lo más grave, según Espinoza, es que se cobra antes de que el empresario o emprendedor haya ganado un solo dólar, “lo que agrava aún más la situación al obligar a las personas a pagar por trámites burocráticos solo para poder pagar al Municipio».

Espinoza subrayó que, aunque la recaudación de la patente es relativamente pequeña en comparación con otros ingresos municipales, el perjuicio que causa a la economía del país es significativo. «Este trámite es solo uno de muchos que impiden la creación de riqueza en Ecuador, resultando contraproducente para la economía en su conjunto», señaló.

El economista sugirió explorar otros tipos de impuestos, como un impuesto a las utilidades o tasas, que serían menos perjudiciales y más coherentes con el objetivo de fomentar el desarrollo económico. Sin embargo, destacó que la patente municipal, en su forma actual, no es el camino adecuado para la autosuficiencia financiera de los municipios. (EC)

236.436 quiteños aún le deben al Municipio.

 

Fuente: La Hora

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