La Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) realizó un estudio en el que analizó el etiquetado de 331 aperitivos salados de supermercado, incluidos patatas fritas, chips y nachos, entre otros, y llegó a conclusión que solo cuatro de ellos obtienen una buena valoración y pueden ser una buena elección para el consumo ocasional.
De acuerdo con un comunicado publicado este miércoles, la mayoría de los productos analizados son poco sanos debido a su alto contenido calórico, de grasas y de sal. El 50 % de los productos recibieron una puntuación inferior a 40 en la Escala Saludable, lo que significa una mala o muy mala elección de compra.
Asimismo, se detalla que el 52 % de las calorías de estos ‘snacks’ proceden de grasas. Según el estudio, a pesar de que las grasas utilizadas en la producción son aceites vegetales como el de oliva, girasol, colza o maíz y pueden considerarse de buena calidad, en todo caso su contenido es bastante elevado. Así, los productos contienen un promedio de grasa del 30 %, que en algunos caso alcanza el 44 %.
Los expertos también hicieron hincapié en el contenido aumentado de sal, señalando que en los aperitivos estudiados su nivel es de 1,2 %, mientras que en algunas patatas lisas y onduladas puede alcanzar hasta el 4 %.
Otros ingredientes alarmantes, según los investigadores, son los aditivos para dar sabor y color, así como las gomas usadas para dar consistencia en los chips elaborados a partir de masa de fécula de patata u otros amildones. Algunos de los productos contenían 11 aditivos distintos y 151 ‘snacks’ analizados utilizaban aromas.
Además, los expertos destacan que en el contenido de 16 patatas fritas, lisas, onduladas y chips de sabores se encuentren aromas de humo. La OCU recuerda que la Comisión Europea decidió no reanudar la autorización para el uso alimentario de una serie de estos aditivos, que se asocian con problemas de genotoxicidad. RT
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