Gustavo Cerati a través de sus conciertos: la explosión pop, la conquista de América y el escenario como reflejo de la vida

Si algo distinguió a Gustavo Cerati a lo largo de su carrera, más allá de sus canciones y de su obra, es su estatura de animal de escenario. Con la profunda energía transformadora que tiene el arte, el muchacho que en algún momento fue tímido se convertía sobre las tablas en un guitarrista de efectos ilimitados y en un cantante de voz perturbadora. Podía mutar de un susurro sensual a una interpretación desgarradora con la naturalidad con la que pasaba de solear como sus héroes de la guitarra a jugar con la pedalera y trasladarse a los mundos menos pensados.

El chico que tocaba en las misas del colegio San Roque, el pibe que cayó rendido ante la opulencia del rock sinfónico, el adolescente que descubrió la new wave de The Police y supo finalmente lo que quería ser, hoy cumpliría 65 años. Pasaron casi 15 desde el accidente cerebrovascular que le puso freno en un momento de plenitud, cuando uno de los compositores más populares de habla hispana atravesaba su enésima reinvención: la del artista de vuelta de todo, entregado a las fuerzas de la naturaleza y poniendo el cuerpo y el alma al servicio de su obra.

Infobae

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