Las principales bolsas europeas, que habían abierto la sesión de este martes 6 de agosto al alza tras el rebote de las plazas asiáticas, se han dado la vuelta y cotizan en rojo a la espera de la apertura de Wall Street
No obstante, la calma parece volver a los mercados después de las intensas caídas registradas el lunes 5 de agosto por el temor a una recesión en EE. UU. y por la subida de las tasas de interés en Japón, que llevó a numerosos inversores a deshacer posiciones para cubrir sus deudas en yenes.
En la mañana europea, Milán bajaba un 0,7 %; Madrid, un 0,6 %; París, un 0,4 %; Fráncfort, un 0,2 %, y Londres, un 0,15 %.
En Asia, la bolsa de Tokio subió este martes un 10,3 %, su mayor avance desde 2008 y el cuarto de la historia, impulsado por la caza de gangas tras el desplome del lunes (-12,4 %).
Las bolsas de Seúl y Taiwán, dos de las más castigadas el lunes, rebotaron un 3,3 y un 3,38 %, respectivamente. Shanghái, que registró descensos más moderados, cerró con ganancias del 0,23 %.
Por el contrario, Hong Kong finalizó la jornada con un descenso del 0,31 %.
«Parece que lo peor ha pasado. Se estima que una gran parte del volumen de operaciones de ‘carry trade’ habría logrado liquidarse ya«, apunta el analista de mercados Franco Macchiavelli.
En líneas generales, el ‘carry trade’ consiste en endeudarse a tipos de interés bajos e invertir el dinero obtenido en activos que ofrecen una rentabilidad mayor.
«A partir de ahora entramos en un contexto de mercado extremadamente sensible a la macroeconomía, ya que un dato bueno ayudará a calmar el miedo, mientras que datos malos volverán a alimentar la narrativa de recesión«, advierte.
«El trasfondo económico no es tan nefasto como indican los mercados«, subraya Michael Langham, economista de la gestora Abrdn.
Langham destaca, como aspectos positivos, que la Reserva Federal de EE. UU. (FED) empezará a relajar su política monetaria y que China podría aprobar nuevos estímulos.
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