La reforma a las leyes del IESS y del Biess, que está vigente desde el 22 de julio, pone un plazo de cuatro meses para acordar un plan de pagos que cubra la deuda estatal en 10 años. Además, se obliga a mayores transferencias anuales al IESS.
Según la reforma a las leyes del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y del Banco del IESS (Biess), que entró en vigor el 22 de julio de 2024, se da un plazo máximo de cuatro meses para que se acuerde un plan de pagos de la deuda histórica del Estado.
El IESS y el Ministerio de Economía deberán determinar los valores de deuda real del Estado con la seguridad social, incluido intereses, mediante un proceso de conciliación de cuentas.
El plazo de pago de la deuda no podrá ser mayor de 10 años, es decir, deberá quedar completamente saldada hasta 2034. Desde el Presupuesto General del Estado (PGE) de 2025 ya se debe incluir el monto a pagar al IESS.
De acuerdo con datos preliminares del Ministerio de Economía, la deuda del Estado con el IESS suma como mínimo $5.036 millones en el caso del fondo de salud. En el caso del fondo de pensiones, el monto pendiente de pagos es de al menos $1.819 millones.
En otras palabras, antes del proceso de conciliación, donde la deuda podría incrementarse, en 10 años se debería pagar $6.855 millones al IESS. Eso, en promedio, representaría desembolsos anuales de $685,5 millones.
Ese monto equivale a más de la mitad de lo que se desembolsa al año en bonos y ayudas sociales; un mes entero de la recaudación del impuesto a la renta; o más del doble de lo que se proyecta ahorrar con el esquema de reducción del subsidio de las gasolinas extra y eco país.
Actualmente, la recaudación de impuestos, incluso con las cifras récord anunciadas por el Servicio de Rentas Internas (SRI) no alcanza para todos los gastos corrientes del Estado; y, de acuerdo con Andrea Arévalo, economista e investigadora en temas de seguridad social, el pago de la deuda complicará más las finanzas públicas.
“Entre enero y junio de 2024, entraron al fisco $8.246 millones en ingresos por impuestos. En ese mismo periodo, solo el gasto corriente sumó $9.569 millones. Es decir, los impuestos se quedaron cortos en $1.323 millones para cubrir los gastos básicos del Estado, sin tomar en cuenta la inversión”, puntualizó.
Con una parte de los decrecientes ingresos petroleros se pagó algo más del gasto corriente, pero al final del primer semestre de 2024 se quedaron pendientes o sin pagar $784 millones; incluyendo $399 millones al IESS por el 40% de aporte estatal.
En las actuales circunstancias, y sin tener que pagar todavía la deuda al IESS, el dinero del fisco no alcanza para cubrir todos los gastos corrientes y mucho menos la inversión que se financia con más endeudamiento.
Deuda más transferencias por el 40% de aporte estatal
Según la Disposición General Segunda de la reforma legal de las leyes del IESS y del Biess, el Ministerio de Economía tendrá prohibido asignar recursos del Presupuesto General Inicial del Estado al IESS «en montos inferiores a los asignados por la Ley y su transferencia será realizada de manera oportuna, tanto para el pago de la deuda, así como para el cumplimiento de las prestaciones legales y constitucionales».
Así, además de ir abonando la deuda histórica hasta 2034; también se deberán realizar las transferencias completas del subsidio estatal al fondo de pensiones. Esto se conoce como el aporte estatal del 40%.
Para 2024, el IESS pidió transferencias por $3.706 millones al Gobierno Central; pero en el presupuesto solo se incluyeron asignaciones por $2.388 millones, es decir, faltarían $1.239 millones de desembolsos estatales para que el pago por el 40% sea completo.
Para efectos de análisis, imagine que durante los próximos 10 años quedan fijas las transferencias por el 40% en los $3.706 millones, la suma del pago de la deuda y el subsidio significa que cada año el Estado debería desembolsar, en promedio, al menos $4.391, 5 millones solo al IESS.
Eso equivale a casi cuatro meses de recaudación de todos los impuestos o casi tres veces lo que en los últimos años se gasta en inversión y obra pública.
La crisis financiera del IESS no se solucionará con las nuevas reformas
Para 2024, en el mejor escenario, se proyectan los siguientes números:
1 Ingreso total por aporte de afiliados: $3.300 millones.
2 Rendimiento de inversiones: $500 millones.
3 Pago total por jubilaciones: $6.600 millones.
4 Aporte del 40% al IESS: $2.600 millones como máximo.
En este contexto, se tendría un déficit de $200 millones, debido a que al Gobierno Central no le alcanza para pagar la transferencia completa de más de $3.000 millones por el aporte del 40%.
El IESS se verá obligado a desinvertir $800 millones de sus reservas para cubrir gastos que ya no alcanza a subsidiar el Estado; y esto antes de comenzar a pagar la deuda histórica.
Actualmente, el patrimonio del fondo de pensiones es de $5.700 millones y se agotará en unos 6 años (pero como no todo es líquido, podría ser en menos tiempo).
La relación entre número de afiliados y jubilados es de 5 a 1 (y en 2060: 2 a 1), pero se necesitaría 8 a 1 para financiar al sistema y no depender de un creciente subsidio estatal, que no se quedará en los $3.706 millones de 2024.
La pensión promedio es de $750 al mes (incluyendo décimos, pero sin contar montepíos), y el sueldo promedio de los afiliados es de unos $650 al mes.
Esto explica en parte el hueco financiero del IESS; a lo que se añade un número de afiliados, que al igual que el número de empleos formales, está estancado desde hace 14 años.
Sin una reforma estructural, el déficit actuarial proyectado a 2060, sin el aporte del 40% del Estado, superará los 120.000 millones. (JS)
Las reformas a la ley del IESS y del Biess exigen que, si no se ha conciliado la deuda a pagar en el plazo de cuatro meses, se inicie un proceso de mediación ante la Procuraduría.
Si el proceso de conciliación falla ante la Procuraduría, la reforma ordena que el IESS inicie acciones judiciales “necesarias” para el pago de la deuda en un término no mayor a 60 días, sin prórroga.
Fuente: La Hora