El comercio ilegal representa un desafío considerable en América Latina, movilizando anualmente más de US$210.000 millones en productos (el 2% del PIB regional), que abarcan desde textiles y medicamentos, hasta electrónicos y alimentos, según la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC). Es un fenómeno que daña la competitividad, la economía formal, las finanzas públicas y la seguridad en la región.
Sólo en Colombia, según la Dian, el contrabando representa hasta el 10% del valor de las mercancías ingresadas al país entre 2018 y 2022, superando los $8.800 millones de dólares anuales en pérdidas potenciales. Entre los productos más afectados están partes y accesorios para vehículos, aparatos electrónicos, productos farmacéuticos, combustibles, tabaco, entre otros. Sin embargo, todas las industrias están afectadas en alguna medida, incluso a niveles drásticos.
Combatir el contrabando y la falsificación requiere de esfuerzos interinstitucionales, público-privados, enfocados en desarticular las estructuras criminales que ofertan estos productos. Strategos BIP, reconocida firma de consultoría en investigación, seguridad y protección del comercio legal, ha unido fuerzas con autoridades, universidades y organismos internacionales en una alianza estratégica. La Estrategia Triángulos ha logrado incautaciones récord y fortalecido las capacidades institucionales en países como Colombia, Ecuador y Panamá, con planes de expansión a 17 naciones de la región.
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