Los seres humanos respiran con la ayuda de la laringe. Cada vez que toman aire por la nariz o por la boca, la laringe lo canaliza hacia la tráquea y los pulmones. También pueden hablar, gritar y emitir otros sonidos vocales gracias al buen funcionamiento de la laringe.
Se trata de un órgano que se encuentra en medio del cuello, justo encima de la tráquea y el esófago. Hace más de tres décadas atrás la laringe despertó admiración en el doctor David Lott. Pasó a ser también su foco de interés en su carrera científica y médica.
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