Lisa Pisano, una estadounidense que fue la primera persona en recibir tanto un riñón de cerdo modificado genéticamente como una bomba cardíaca, falleció el pasado 7 de julio por complicaciones derivadas del trasplante, recoge CNN, que cita un reporte del Instituto Langone de Trasplantes de la Universidad de Nueva York, donde la atendían.
El director del Instituto Langone, Robert Montgomery, dijo este martes en un comunicado que Pisano fue una mujer “valiente y altruista”. “No se pueden subestimar las contribuciones de Lisa a la medicina, la cirugía y los xenotrasplantes. […] Lisa nos ayudó a acercarnos a la realización de un futuro en el que alguien no tenga que morir para que otra persona viva“, apuntó.
El texto recalcó que la “valentía de Pisano dio esperanza a miles de personas que viven con insuficiencia renal o cardíaca terminal, y que pronto podrían beneficiarse de un suministro alternativo de órganos”.
No se trata de un procedimiento ordinario, pues los cirujanos estadounidenses rara vez realizan xenotrasplantes, para los que además requieren autorización expresa de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés). En el caso de Lisa Pisano, se dio luz verde al aplicar un criterio basado en el “uso compasivo”, previsto para las personas que no tienen otras opciones de tratamiento y solo les queda recurrir a los experimentales.
¿Qué pasó?
De acuerdo con la evaluación de los especialistas, la combinación entre una enfermedad renal terminal y una insuficiencia cardíaca orilló a Pisano a optar por un xenotrasplante –que incluyó también la glándula del timo–, tras haber “probado todo lo demás”.
El riñón fue alterado genéticamente para evitar la respuesta inmunitaria que suele suceder tras un trasplante ordinario. Además, en el procedimiento quirúrgico se colocó la glándula del timo debajo de la cubierta del riñón, con la finalidad de ayudar a la paciente a tolerar mejor el órgano.
Empero, pese a las previsiones, el riñón tuvo que ser extirpado en mayo pasado, porque se determinó que “ya no contribuía lo suficiente como para justificar la continuación del régimen de inmunosupresión”, explicó Montgomery en aquel momento. RT
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