En entrevista con KCH FM Radio y KCH TV, el Arq. Fernando Carrión, experto en seguridad, realizó un balance sobre las estrategias del Gobierno de Daniel Noboa para combatir la violencia y criminalidad.
Para entender el incremento de la inseguridad, hay que mirar un poco hacia el pasado.
Desde el año 2017 empezó un crecimiento sostenido de la tasa de homicidios, pasando de 5 a 47 homicidios cada 100.000 habitantes en 2023.
Eso quiere decir que, en 6 años, se multiplicó por 9 el indicador.
A partir del 2024, esa tendencia comenzó a modificarse, ya no es tan agudo el crecimiento. Hoy nos da la impresión que se ha estabilizado tendencialmente hacia la baja, pero no con una fuerza significativa.
¿A qué se debe este cambio?
El presidente Daniel Noboa declaró Conflicto Armado Interno, el 9 de enero del 2024.
Los dos meses posteriores a la declaratoria, se visualizó una tendencia interesante a la baja, debido a la política y al repliegue de las organizaciones criminales porque no les convenía confrontarse al Estado.
Sin embargo, luego hubo un repunte y un cambio: empezaron a crecer los secuestros y las extorsiones.
Como estas estructuras criminales no podían sostenerse, comenzaron a confrontarse con el Estado, por ello, han habido asesinatos de alcaldes, funcionarios del SNAI, fiscales y otros funcionarios.
En ese contexto, se reagruparon los delitos en otras provincias, como en el caso de Santa Elena, Azuay y Los Ríos; pero, a su vez, existe una disminución relativa en Esmeraldas, Santo Domingo y en el caso de la ciudad de Guayaquil.
Costo de la violencia
Hay tres rubros de los costos de la violencia:
- Lo que incurre en los sectores privados para disminuir los impactos de la violencia: videovigilancia, contratación de guardianía privada, tecnología, seguros, etc.
- Los costos de la violencia en términos sociales también incrementaron: el fallecimiento de una persona, la pérdida de patrimonio, tener una persona herida tiene costos demasiado altos.
- Los presupuestos de los GAD: los municipios a mediados de este siglo prácticamente no invertían en seguridad.
El incremento del IVA (15%) fue justificado para que una buena parte de ese 3% permita el control de la seguridad.
Si se realiza un balance de estos costos con el resultado, no es muy bueno. Por ejemplo, en Guayaquil cayó el 60% de la reserva hotelera.
“Probablemente las inversiones que se están haciendo no son las más adecuadas y probablemente se está dejando de invertir en otros sectores, como los servicios, el trabajo, la educación, la salud, etc., donde también tenemos problemas”, manifestó Carrión.
Mira la entrevista completa aquí.
EG