La familia Mendoza salió de Ecuador en enero pasado, solo semanas después de que uno de sus miembros sea asesinado en el sur de Guayaquil por una banda que supuestamente lo quería reclutar.
Durante casi seis meses trataron de llegar a la frontera con Estados Unidos para reencontrarse en ese país con sus parientes que ya lograron migrar años atrás.
Pero su viaje fue truncado cuando hace casi dos semanas fueron interceptados por una banda criminal en el estado de Durango, en México.
Ellos iban en un bus hacia el norte del país azteca cuando los pararon hombres en una camioneta. Era el 17 de junio.
Quienes iban en el bus pensaron que eran agentes de Migración e incluso avisaron a sus familiares que temían ser detenidos. Esa fue la ultima comunicación porque una semana después, el 24 de junio, recibieron una llamada en la que un hombre les informaba que todos los ocupantes del bus, unas 50 personas, estaban secuestradas.
Entre las víctimas del secuestro masivo están seis miembros de la familia Mendoza. Mariana, de 56 años, su hija de 16 años. Además, también está su yerno de 32 años y sus nietas de 15, 13 y 6 años.
La hija mayor de Mariana, que también era parte de la peligrosa travesía, se salvó de ser secuestrada porque en el bus donde se embarcaron sus familiares no hubo más espacio y le tocó tomar el siguiente transporte.
Ella se quedó en la frontera esperando a su madre, hermana, esposo e hijas que no llegaron.
A todos los mantienen en cautiverio en algún punto cercano a Durango y mediante llamadas los secuestradores exigen a sus familiares en Estados Unidos y en Ecuador el pago de 4.000 por cada uno de ellos para que sean liberados, reveló Christian Mendoza, hermano de Mariana, quien se contactó con los medios de comunicación ecuatorianos para dar a conocer el caso y pedir ayuda a Cancillería.
Mendoza fue periodista de Canal Uno y desde hace algunos años vive en Estados Unidos. Él dijo que lograron denunciar en Estados Unidos y hasta en México el secuestro, a través de correo electrónico, sin embargo, no hay novedades aún de sus parientes.
También mencionó que en Ecuador no han logrado hacer la denuncia del secuestro porque los funcionarios les dicen que el delito se dio en otro país.
La familia Mendoza se muestra desesperada, contó que ha recibido varias videollamadas donde se ve a sus allegados aterrados, llorando.
Christian señaló que los hombres que los mantienen retenidos han amenazado con violar a las menores de edad y vender a los adultos a un cartel aliado si no pagan. Por eso ya han hecho varias transacciones, pero dijo que no cuentan con todo el dinero para completar el rescate de los seis secuestrados.
El comunicador sostuvo que por el impasse diplomático entre Ecuador y México la embajada en ese país no funciona y que no hay quién los ayude a hacer las gestiones para buscar a los seis miembros de la familia.
“Nos han mandados videos donde se ve a las niñas desnudas porque las obligadas a hacer ejercicios en medio del grupos secuestrados. Pedimos ayuda urgente”, clamó el reportero.
En Guayaquil, su hermano Enrique este sábado 29 de junio acudió por segunda vez a la Fiscalía para tratar de asentar alguna denuncia, tomó un turno y cuando llegó al fiscal este le dijo también que el caso no se puede denunciar en Ecuador.
Él mostró las llamadas que ha recibido y que hasta el momento la familia ha hecho dos transacciones a través de una plataforma de pagos porque han logrado prestar algo de dinero. (I)
Fuente: El Universo