La Cumbre del Futuro

La “Cumbre del Futuro: soluciones multilaterales para un mejor mañana” es el resultado de un proceso que nació del informe del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, titulado Nuestra agenda común, en el 2021, como parte de las reflexiones sobre el impacto del COVID-19 y de los retos actuales y futuros que tiene la humanidad.

La Cumbre del Futuro se celebrará en un momento crítico, pues la comunidad internacional está polarizada, con un mecanismo de toma de decisiones fracturado y desgastado por las rivalidades y confrontaciones geopolíticas e ideológicas que traspasan las fronteras de los Estados miembros y colisionan en los escenarios internacionales, lo que se traduce en una grave afectación al conjunto. Sumado a ello, está la incapacidad de toma de medidas urgentes por el uso nocivo del veto de las potencias que vuelve inoperante al Consejo de Seguridad.

La capacidad para alcanzar consensos globales está deteriorada, lo que ha provocado inhabilidad de accionar frente a problemas que no pueden ser solucionados sin el concurso de todos. El mundo que vivimos es profundamente interdependiente y lo que afecta a una sociedad determinada tiene el potencial de generar conflictos internos y desestabilizar a otras. Basta ver lo que ocurrió con el mercado mundial del trigo por efecto de la guerra en Ucrania, el efecto de los ataques hutíes contra embarcaciones mercantiles que altera el transporte marítimo global y el consumo y producción de narcóticos que afecta gravemente a países como Ecuador.

Actualmente, diplomáticos de todo el mundo están negociando el texto de “Pacto del Futuro”, que será adoptado por los jefes de Estado y Gobierno en la Cumbre del Futuro, en el marco del Debate General de las Naciones Unidas en septiembre de este año, con lo que se busca definir los compromisos de los Estados miembros para lograr un multilateralismo integral, efectivo e inclusivo.

Los facilitadores del proceso de negociación, los embajadores de Namibia y Alemania, presentaron el primer borrador en enero y recibieron aportes de 83 Estados y casi 400 organizaciones de la sociedad civil. La segunda versión se hizo pública el 14 de mayo y tiene 52 propuestas de acción, estructuradas en cinco capítulos: Desarrollo Sostenible y Financiamiento para el Desarrollo; Paz y Seguridad Internacionales; Ciencia, Tecnología, Innovación y Cooperación Digital; Juventud y Futuras Generaciones y Transformando la Gobernanza Global. El Pacto del Futuro contiene también otros importantes documentos: el Pacto Global Digital y la Declaración de Generaciones Futuras.

El secretario general declaró que la Cumbre del Futuro dará la oportunidad para reformar el multilateralismo para los años venideros y enfrentar los complejos “shocks globales”. Entre los deberes hay que reformar las instituciones financieras internacionales y enfocarse en la compleja relación de los sectores públicos y privados, los desastres naturales, el cambio climático, los problemas de la pobreza, el hambre y la violación constante de los derechos humanos.

Nada más complejo que los problemas internacionales de orden socioeconómico, de paz y seguridad, desarme, gobierno del espacio ultraterrestre, las tecnologías nuevas y emergentes y el gasto en desarrollo.

Quizás de este ejercicio el Ecuador pueda tomar el mecanismo para arribar a los consensos y acuerdos que le permitan salir del entrampamiento que le impide enfrentar sus demonios internos y externos.

Fuente: El Universo

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