Escocia y Hungría sabían que gran parte de sus opciones pasaban por ganar el partido de hoy y esperar los resultados del resto de grupo para saber si avanzan a octavos como uno de los mejores terceros.
Sin embargo, el despliegue de ambos estuvo muy lejano al esperado en la previa del encuentro y se dedicaron toda la primera parte a mover el balón de lado a lado del campo sin generar ningún tipo de peligro sobre la portería de Gunn y de Gulacsi.
El paso por vestuarios suponía que cambiaría la cara de las dos selecciones en busca de un gol que les permitía seguir vivos en la Eurocopa. Sin embargo, salvo tímidos acercamientos, la tónica de la segunda parte fue similar. El partido cambió con los cambios introducidos en los dos bandos y tras la escalofriante lesión de Barnabas Varga que necesitó la atención médica sobre el cambio y fue retirado en camilla del césped con mantas que recordaron a lo vivido con Erikssen en el pasado torneo. En el descuento, ambas selecciones se destaparon y tuvieron opciones de hacerse con el encuentro, pero fue Hungría que, gracias a su calidad superior, se llevó el partido tras una gran contra conducida por Sallai y finalizada por Csoboth ante el delirio de la afición magiar.
