Un gol en el descuento de Francisco Conceicao, quien ingresó desde el banco, aseguró la victoria a Portugal 2-1 sobre la República Checa en su debut por el Grupo F de la Eurocopa, en el que los lusos también necesitaron un autogol para remontar el marcador.
Con Pepe, que a los 41 años se convirtió en el jugador más veterano de la historia de la Eurocopa, en el centro de la zaga, y Cristiano Ronaldo, de 39, en la delantera, Portugal apostó por la experiencia para imponerse a un combinado checo que cuenta con la plantilla más joven de la competición.
Portugal dominó la posesión del balón y dispuso de la mayor parte de las ocasiones, pero fueron los checos los que se adelantaron a los 62 minutos, cuando Lukas Provod realizó un gran disparo desde fuera del área que se clavó en el ángulo.
Si bien Portugal dominó el balón como era de esperar, con un 70% de posesión, 19 disparos al arco y 13 saques de esquina, los laboriosos checos supusieron un obstáculo exasperante para el equipo del DT Roberto Martínez.
Siete minutos más tarde, Portugal empató cuando el portero Jindrich Stanek rechazó un cabezazo de Nuno Mendes, pero el balón rebotó en la pierna de su compañero Robin Hranac y se metió dentro del arco ante el desconsuelo de los futbolistas checos.
El partido estaba en el tiempo añadido cuando Conceicao -que había saltado al campo un par de minutos antes- remató a bocajarro tras un error de Hranac para darle la victoria a Portugal, que previamente había sufrido la anulación de un tanto a instancias del VAR por una milimétrica posición de adelanto de Cristiano Ronaldo.
«Es importante creer hasta el final, no fuimos a ciegas, creímos, mantuvimos nuestro plan de juego, tuvimos las ideas muy claras», declaró Vitinha, el mejor jugador de Portugal.