Pros y contras del proceso de reducción de subsidio a los combustibles al que apuesta el Gobierno de Daniel Noboa

Dependiendo de cómo juegue sus cartas el Gobierno, el proceso puede ser un gran éxito u otro fracaso de una larga lista. El subsidio frena el crecimiento del país y quita recursos para mejores fines.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya desembolsó $1.000 millones a Ecuador por tareas que el Gobierno de Daniel Noboa hizo antes de firmar el acuerdo de financiamiento.

Específicamente están las subidas del IVA y del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD).

Sin embargo, para que el dinero siga fluyendo y lleguen $500 millones más hasta finales de 2024, y otros $2.500 millones entre 2025 y 2028, se tienen que cumplir otros compromisos.

Este 2024, uno de los retos, que puede convertirse en un gran éxito o en otro fracaso, es la reducción del subsidio a los combustibles.

El Gobierno ha dicho que, al menos al inicio, se enfocará en las gasolinas extra y eco país, que representan el 19% del subsidio total a los combustibles que anualmente suma más de $3.200 millones al año.

Los pros de reducir el subsidio a las gasolinas

1 Dejar de perder recursos y de endeudarse. En los últimos 21 años, el subsidio a los combustibles le ha costado al país más de $50.000 millones. Esto representa más del 62% de la actual deuda pública ecuatoriana.

El exministro de Economía, Fausto Ortiz, ha repetido en múltiples ocasiones que el país ha llegado a endeudarse para mantener precios artificialmente bajos combustibles, que favorecen a los sectores de mayores ingresos y no han aumentado la productividad y la calidad.

Según datos que maneja el Ministerio de Economía, solo entre 2010 y 2023, el subsidio acumulado a los combustibles suma $13.473 millones.

Con ese dinero se podrían haber construido 2.836 escuelas básicas; o tres centrales hidroeléctricas adicionales para aumentar exponencialmente la capacidad eléctrica del país; o haber multiplicado 400 veces la inversión para aumentar la productividad en el agro.

Uno de los principales efectos positivos de reducir este subsidio sería poder destinar más recursos donde realmente se necesitan.

2 Cortar el financiamiento a las mafias, al contrabando y a las estructuras criminales.

Como ha publicado LA HORA, el precio de la gasolina extra en Ecuador es el tercero más barato de América Latina. Solo Venezuela y Bolivia comercializan a un menor valor. Lo mismo sucede con el diésel.

Esto se convierte en un imán para el contrabando a países vecinos con mayores precios y como fuente de insumos baratos para actividades delictivas y producción de drogas.

Sincerar los precios, como han dicho organismos internacionales como el Banco Mundial, sería un duro golpe para el crimen y un beneficio en mayor seguridad para los ecuatorianos.

3 Reducir, pero no eliminar el subsidio a las gasolinas. El Gobierno asegura que su plan se enfoca en las gasolinas extra y eco país; pero sin tocar el gas ni el diésel.

Se considera que el subsidio de esas gasolinas es el mecanismo de redistribución más ineficiente: Por cada $1 que se transfiere en subsidio a las familias más pobres, se deben destinar $19 a las familias de mayores ingresos (que no lo necesitan).

En general, el 86% del subsidio a las gasolinas llega a los sectores más ricos: 13% (ganan $668 al mes); 19% (ganan $956 al mes); 53,2% ($1.809 o más al mes).

El Gobierno no plantea liberalizar de manera abrupta y total el precio de la extra y eco país, sino implementar un sistema gradual con compensaciones a sectores vulnerables.

Llegar al precio internacional comparable y luego ir a una banda de precios. No se plantea liberalizar el precio. Se busca llegar al precio internacional comparable y luego establecer bandas para proteger al consumidor de las fluctuaciones internacionales.

Desde el Gobierno se ha calculado que el precio internacional comparable para la extra es de $2,722. Esto es 26 centavos por encima del actual precio subsidiado de $2,46. Se plantea una subida inicial de 26 centavos y luego una banda donde el precio no pueda fluctuar más allá del 5% mensual. En el caso de la gasolina eco país, alcanzar el precio internacional comparable representaría un aumento inicial de 30 centavos por galón.

5 Se tienen beneficiarios identificados. Taxis, transporte liviano y mixto y tricimotos regularizados recibirán una transferencia mensual, calculada de acuerdo con la diferencia entre el precio internacional y los $2,46 y el monto en galones referencial para el sector. Se proyecta que el número de beneficiarios llegue hasta los 122.000.

Los contras de reducir el subsidio a las gasolinas

1 No existen consensos sociales para impulsar la reducción del subsidio. Luego de la primera reunión en el Ministerio de Gobierno en Quito (11 de junio de 2024), dirigentes del sector del transporte sumaron cuestionamientos.

Se ponen reparos a la base de datos de beneficiarios, a cómo se entregaría la compensación e incluso se hacen pedidos de rebajas de aranceles para insumos, repuestos y hasta vehículos con menos costo.

Abel Gómez, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador (Fenacotip), dijo que el Gobierno no tiene una hoja de ruta clara.

Se aseguró que esperan que desde este 14 de junio de 2024 se instalen, como mínimo, tres mesas de trabajo: mesa de seguridad; mesa de compensación de subsidios, mesa para tratar temas de la Agencia Nacional de Tránsito.

Desde la dirigencia del taxismo incluso se ha hecho un llamado a no registrarse como posibles beneficiarios hasta tener más certezas.

2 Los transportistas tienen dudas sobre los fondos públicos que recibirían como compensación. No saben cómo deberán liquidar estos valores ante la Contraloría. Explican que no todos pueden recibir el mismo valor pues no es lo mismo ser transportista en Quito o en otros sitios. Algunos trabajan los fines de semana y el consumo también es variable.

3 No explica cómo operará la reducción del subsidio y las compensaciones en el caso del diésel (en el acuerdo con el FMI si se incluye), y cuando se lo haría. Podría ser entre 2025 y 2026. El diésel representa un subsidio de más de $1.500 millones al año.

Con la reducción del subsidio de la extra y eco país, se apunta a un ahorro menor de $395 millones al año y se dice, sin precisiones, que será dirigido a los sectores vulnerables a través de programas de erradicación de la pobreza, salud, educación y creación de fuentes de empleo.

4 Incierto efecto sobre la inflación y el costo de la vida. El viceministro de Gobierno, Esteban Torres, aseguró que el efecto inflacionario será mínimo y comparable con el del IVA.

En un análisis publicado por LA HORA en noviembre de 2021, con base en un estudio de la Universidad San Francisco de Quito, se estableció que un precio totalmente sin subsidio en el caso del diésel podría encarecer la canasta básica en $2,45 en un año. (JS)

Fuente: La Hora

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