Al menos cinco mujeres que trabajaban en unas oficinas del Ayuntamiento de Liverpool, un suburbio de la ciudad australiana de Sídney, desarrollaron cáncer de tiroides entre los últimos tres y cinco años, informaron la semana pasada medios locales.
Las empleadas desempeñaban sus actividades en los pisos quinto y sexto del inmueble gubernamental. Tras detectárseles la enfermedad, el Ayuntamiento decidió cerrar el sexto piso del edificio, en donde se reportaron al menos tres de los casos, y los trabajadores restantes fueron reubicados al cuarto piso.
Esta medida se implementa mientras el Departamento de Salud del estado de Nueva Gales del Sur lleva a cabo una investigación para determinar las causas que provocaron la enfermedad en las cinco mujeres. Se tiene conocimiento de una sexta mujer con cáncer de tiroides, aunque esta se opuso a participar en el estudio de las autoridades sanitarias.
El Ayuntamiento contrató a un consultor externo de salud ambiental para que realice una indagación epidemiológica independiente. “La decisión de reubicar al personal responde al alto nivel de preocupación del Ayuntamiento por el bienestar de su personal”, señaló el órgano, agregando que sus próximas acciones estarán basadas “en los resultados de las dos investigaciones simultáneas”.
Una situación siniestra
No obstante, el Sindicato de Servicios Unidos (USU), que representa a los empleados gubernamentales, exigió que el edificio donde se detectaron los casos de cáncer de tiroides sea evacuado por completo. “Nos preocupa que el problema pueda estar más extendido, por lo que estaríamos esperando una evaluación médica independiente para despejar inequívocamente el área antes de recomendar a nuestros miembros que regresen”, sostuvo Daniel Papps, secretario general interino de USU.
A Jenny Havilah, una de las trabajadoras diagnosticadas con cáncer de tiroides, le parece “muy siniestro” que tres de sus compañeras que se sentaban a cinco metros de distancia de ella estén experimentando la misma afección.
“Estoy preocupada por mis compañeros, no solo por los del sexto piso (sino) por los que trabajaban en ese edificio”, manifestó Havilah, a quien tuvieron que extirparle la tiroides y algunos ganglios linfáticos como resultado de la enfermedad.
Un profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Bernard Stewart, explicó que existe una sola “causa comprobada” relacionada con el desarrollo de cáncer de tiroides: la radiación ionizante. Sin embargo, “en términos generales” se desconoce el causante de esta enfermedad en siete de cada ocho casos. RT
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