Las Fuerzas Armadas tienen como misión colaborar con el control de las cárceles y desarticular al crimen organizado en el país.
La seguridad en Ecuador es uno de los puntos más álgidos que enfrenta el gobierno del presidente Daniel Noboa. Con estados de excepción, militarización de centros carcelarios, la creación de una fuerza especial llamada Bloque de Seguridad y aumento de operativos se ha intentado enfrentar a las mafias generadas a partir del narcotráfico.
Sin embargo, el propio enfrentamiento de territorios entre bandas de crimen organizado ha aumentado la cantidad de muertes violentas y creado zonas de peligro, especialmente en la zona costera del país, puntos que cuentan con puertos marítimos y desde donde se exporta la droga hacia Estados Unidos y Europa.
El Estado ha definido como un conflicto interno contra más de una veintena de bandas criminales a las que se identificó como terroristas. Las Fuerzas Armadas han sido llamadas para colaborar los operativos de seguridad ciudadana y para enfrentar al crimen organizado.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, conversó con un equipo de Diario EL UNIVERSO, sobre la preparación y estrategias de las Fuerzas Armadas para intentar enfrentar la ola de violencia desatada en Ecuador.
¿Existe necesidad de mayor demanda de militares para atender la seguridad de país?
Sí, existe una demanda, recordemos que las capacidades de las Fuerzas Armadas están disminuidas no solamente en equipamiento, también en personal. Es necesario el incrementar personal sobre todo ahora que además de tener que cumplir con nuestra misión constitucional tenemos otras misiones que se nos han encargado como el mantener el control de las cárceles, la recuperación de territorios, y si existiría la demanda de mayor personal, siempre contamos con nuestros reservistas de los cuales podemos echar mano en cualquier momento. (…) La semana pasada graduamos 900 nuevos soldados y el próximo año estamos por graduar 1.800 más.
¿Con eso se cubre la necesidad o se va a necesitar mucho más personal?
Es probable que necesitemos mucho más, vamos a verlo en el camino y según eso veremos si llamamos a las reservas probablemente.
¿Se cuenta con la infraestructura y presupuesto para un aumento de personal?
La infraestructura no es problema, el adecuar instalaciones es algo que no tiene mayor problemática. Yo diría que el reto más grande está en equipar este nuevo personal, recordemos que vamos a necesitar uniformes, pertrechos, morrales, armas, comida, logística para movilizar el personal en las operaciones.
¿Cómo está actualmente el país en cuanto a equipamiento y cuánto se necesitaría?
En equipamiento las capacidades están disminuidas. Hace mucho tiempo aquí se intentó deshacerse de Fuerzas Armadas, se limitó al accionar de ellos y se lo mermó en capacidades. Entonces es importante el poder restituir estas capacidades, el Gobierno nacional ya está haciendo esfuerzos para esto, pero definitivamente estamos atrás si nos comparamos con otros países en la región, nos falta bastante.
El militar está preparado para la soberanía nacional y para enfrentar una guerra. Ahora tienen la seguridad ciudadana y las cárceles, en este sentido ¿Se va a necesitar capacitación y más personal para atender la seguridad en las cárceles?
Nuestras Fuerzas Armadas son profesionales, están muy capacitadas, no solamente en temas de táctica de ofensa y defensa, de estrategia, su formación en valores, disciplina, lealtad, etcétera. Además, reciben formación en derechos humanos y eso está dentro del pénsum de los soldados y de Fuerzas Armadas. Tanto nuestros oficiales como nuestras tropas están en constante y permanente capacitación.
Existen mafias de adentro de las cárceles, que en muchos casos se ha visto que han amenazado a guías y a miembros de la propia Policía Nacional, ¿cómo se está reforzando para que los militares no caigan en esto?
En ese sentido más que la capacitación de la persona, lo más importante son los procesos de los procedimientos para impedir que ese tipo de cosas se den. Nuestros soldados sí necesitaban una capacitación diferente, porque ellos no estaban entrenados, como bien lo dice, para este nuevo combate urbano, estaban entrenados más para la defensa de la soberanía por aire, mar y tierra, para cada fuerza específica en ambientes diferentes, entonces sí hemos hecho que nuestras unidades especialistas le den esa capacitación a los soldados que están operando ahora dentro del territorio nacional.
¿Se ha pensado crear una fuerza militar especial para atender la seguridad en las cárceles?
Para atender las cárceles especialmente, eso es algo que vamos a tenerlo que ir viendo conforme vayamos haciendo las mediciones de qué tanto puede irse retirando Fuerzas Armadas cuando el SNAI empiece de nuevo a hacer las labores que le corresponden, que son ellos quienes tenían el cuidado de las cárceles.
¿Cree que sería necesario volver a la obligatoriedad para los jóvenes de realizar el servicio militar?
Yo no lo considero necesario, porque yo no quiero alguien obligado, yo quiero alguien comprometido. En ese sentido nuestra juventud está de nuevo volviendo a mirar a las Fuerzas Armadas y de nuevo, como antes, está diciendo ´yo quiero ser militar’.
Se ha dado una nueva disposición, vía decreto, en la que se establece a Manta como la sede para combatir desde ahí al crimen organizado. ¿Desde cuándo y cuánta gente se enviará a Manta?
En Manta ya teníamos una fuerza de tarea conjunta creada hace poco que estaba ya operando y empezando a dar sus frutos.
¿El Bloque de Seguridad?
No, una fuerza de tarea conjunta de Fuerzas Armadas que está en conjunto con Policía Nacional formando el Bloque de Seguridad. Lo que va a haber ahora como nuevo es un mando de control directo en el territorio. Ya están allá las personas encargadas, esto era muy importante hacerlo porque de esta forma, este mando está en sitio, palpando lo que está pasando en territorio, puede hacer un análisis más rápido de lo que está sucediendo y dar las estrategias a implementarse de manera más ágil para un combate más efectivo.
Entonces, ¿ya está allá el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas?
Está yendo en este preciso momento para allá (entrevista realizada la mañana del miércoles 5 de junio).
¿Qué más se necesita para controlar el tema de seguridad en Manta?
Este es un trabajo continuo que debe ser mantenido en el tiempo. Las guerras no se ganan en un día, ni en una semana. Esto es de largo aliento, vamos en el camino correcto y vamos a ir viendo más logros y frutos de este trabajo, pero esto es como una onda, las operaciones tienen más éxito o menos éxito, puede subir un poco la violencia o disminuir. No estamos peleando contra niños de escuela, son grupos terroristas bien organizados, fuertemente armados y con un presupuesto que no tiene límites. Hemos recuperado la soberanía en territorios donde antiguamente se decía ´ahí no entra ni la Policía´, tenemos que recordar esa parte de nuestra historia para saber hacia dónde tenemos que ir.
¿Por ejemplo?
Esmeraldas. Entonces hemos recuperado los territorios, hemos tomado los cuarteles generales del enemigo que eran las cárceles, ahora nosotros tenemos el control. Las grandes incautaciones de droga y de armas que estamos realizando son golpes directos a la estructura de estas organizaciones narcoterroristas, si hacemos un análisis en este sentido, vamos por buen camino.
¿Qué porcentaje de control tienen sobre las cárceles?
Nosotros tenemos presencia permanente en doce cárceles, en el resto no hay presencia permanente, lo que hay son intervenciones que pueden durar días o hasta una semana. Hicimos una semaforización y las dividimos por su conflictividad. En las más conflictivas que son doce, estamos de manera permanente. Esta semaforización puede cambiar, es más, estamos viendo probablemente el cambiarla en las próximas semanas y ver si establecemos control en más cárceles del país, también conjuntamente con la Policía.
¿El porcentaje?
En las que estamos nosotros del 100 %, control total. No ingresa más armamento, lo que sí, encontramos más armamento porque estaba encaletado. Existe un alto porcentaje de armamento que aún no encontramos, porque estas caletas se hacen subterráneas, encementadas, tuvieron años para hacer lo que quisieron allá adentro.
¿Con qué periodicidad se realizan estos operativos del Bloque de Seguridad?
Dentro de lo que es la segunda fase (del Plan Fénix) estamos comenzando con una tónica un poco diferente, no vamos solamente a intervenir, vamos a establecer territorios donde vamos a hacer sostenimiento, para dar la oportunidad a que ingresen otros organismos del Estado. Tenemos que crear zonas seguras para que los niños no tengan la influencia de estos grupos y podamos prevenir que se formen nuevos terroristas, nuevos delincuentes.
Es decir, ¿se va a militarizar permanentemente zonas conflictivas?
No es la palabra, no es tanto militarizar, es tener un sostenimiento de la presencia en estos territorios, del bloque seguridad Policía y Fuerzas Armadas.
Usted nombró antes que el crimen organizado es internacional. En cuanto a inteligencia militar, ¿cómo está el tema de capacitación para enfrentar a estos grupos?
Nosotros tenemos cooperación internacional que es muy importante y dentro de esa cooperación incluye la preparación, el entrenamiento, la capacitación, el intercambio de experiencias con Estados Unidos, Colombia, Perú. Tenemos operaciones espejo con nuestros países vecinos que dan grandes resultados, en el último CAN (encuentro de la Comunidad Andina) establecimos el plan de acción resolutiva que va a coordinar acciones de inteligencia no solamente de información financiera sino también migratoria de los objetivos de alto valor que se están moviendo entre los países de la región. Son pasos importantes hacia el combate de este crimen organizado transnacional, lo he dicho ya en el pasado y lo repito una vez más, el crimen transnacional no conoce fronteras y las estrategias para combatirlo tampoco deben conocer fronteras.
Antes se decía que se está conteniendo, no enfrentando, ¿el Gobierno ya tiene la capacidad de enfrentar al crimen organizado?
Lo estamos enfrentando desde que este Gobierno comenzó, el problema es que, primero que nada, ellos no buscan enfrentar, al momento que nosotros ingresamos se rinden automáticamente porque saben que les espera una pena débil, una persecución del delito que no es eficaz, entonces tenemos que fortalecer las penas, la persecución, tenemos que blindar jueces y fiscales para que puedan hacer mejor su trabajo, necesitamos que haya ese trabajo conjunto, esto no podemos hacerlo solos, esto no es algo de apoyo de unos cuantos y por algún tiempo, esto es una lucha de todos, permanentemente y todas las entidades de Estado tienen que estar a la altura del trabajo que está haciendo el bloque de seguridad de Fuerzas Armadas y Policía. (I)
Fuente: El Universo