María Celeste Arrarás se dedicó a disfrutar de la compañía de sus hijos para relajarse y a reflexionar en México sobre todo lo que había pasado en las últimas semanas. Sin embargo, recordemos que todavía se encuentra en una etapa de duelo por la partida física de Raúl Quintana, aunque ella encontró consuelo en el amor y el apoyo de sus hijos.
“Esta mini vacación la teníamos planeada hace muchos meses para celebrar la graduación de la Universidad de Adrián y Lara. Yo quería traerlos a San Miguel y a la Ciudad de México porque ellos solo habían visitado Cancún. No quisimos cancelarla porque Raúl siempre era feliz viéndonos felices y lo traemos de viaje con nosotros, en nuestro corazón”, comenzó diciendo la periodista a ‘People en Español’.
“Hacía mucho tiempo que quería visitar este Pueblo Mágico de San Miguel de Allende, Patrimonio de la Humanidad y por una cosa u otra no se me daba. Entonces surgió que la boda de Carlos Adyan y Carlos Quintanilla, nuestros buenos amigos, se decidió celebrar aquí y ya eso cerró el trato”, dijo a la revista.
María Celeste aprovechó este tiempo para reconectar consigo misma, cuidar su bienestar emocional y mental, y recuperar fuerzas para seguir adelante en la vida. A lo largo de sus días de descanso, se dedicó a descansar, a disfrutar de la naturaleza y a hacer actividades que le brindaban alegría y paz interior, aunque este fin de semana asistirá a la boda de su amigo Carlos Adyan.