La producción petrolera del Ecuador no ha tenido un buen desempeño durante el gobierno de Daniel Noboa y presenta una tendencia a la baja. Así lo indican los reportes del Banco Central del Ecuador. Mientras en noviembre del 2023 la producción petrolera se había colocado en 490.000 barriles diarios, en marzo del 2024 (último dato publicado por la entidad) la producción fue de 482.000 barriles diarios. Es decir una producción menor a la encontrada al inicio de esta administración.
En todo caso, la última producción petrolera registrada al 22 de mayo que fue publica Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (Arcernnr) y que coloca a la producción petrolera en 487.000 barriles diarios, también sigue siendo menor al promedio de noviembre.
Estas cifras no coinciden con las presentadas en el video referente al tema económico, mostrado este 24 de mayo durante el informe a la nación del presidente Daniel Noboa. En ese video se expuso que la producción petrolera en su primer semestre de Gobierno ha subido un 6,7 % y que las exportaciones de crudo subieron un 32,5 %.
De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, es importante hacer las comparaciones a meses cerrados, pues la producción petrolera diaria tiene picos al alza y a la baja, entonces no es técnico comparar la producción de un día específico con otro del mismo día de hace un año o de hace un mes.
En todo caso, más allá de los números, Acosta Burneo considera que el tema petrolero es justamente uno que el Gobierno no ha logrado destrabar. La producción sigue con una tendencia a la baja, y no se ha llevado adelante al ritmo necesario, los procesos de inversión como la ronda intracampos II, sobre todo por los cambios de autoridades. “Hay una inversión petrolera que sigue retenida, no ha logrado que la inversión se concrete, ni los procesos de licitación”.
Importante recordar que el 17 de mayo pasado se declaró desierta la licitación de la Refinería de Esmeraldas y que se ha dado un plazo de 90 días para un nuevo proceso. En todo caso, en esa misma fecha se firmó la licitación de tres campos de la ronda intracampos II, por $ 333 millones.
Acosta Burneo explicó que en este sentido, hay una tendencia de largo plazo a la caída, que incluso se verá profundizado por el cumplimiento obligatorio del mandato de la consulta popular con respecto al cierre del Yasuní ITT.
En estos días, el Gobierno creó una comisión para el cierre del Yasuní. En este sentido, se prevé que haya un cierre paulatino, que seguramente significará una baja de la producción de este campo desde agosto. Esta comisión deberá estructurar el plan de cierre, pero también establecer los planes ambientales y de remediación que requerirá inversión.
Durante el evento de rendición de cuentas, dentro del video de apoyo para el tema económico que presentó el presidente Noboa también se habló de una mayor exportación petrolera. Sin embargo, Acosta explica que este tema puntual se debió a una baja en la refinación y según la explicación de Petroecuador a que había crudo liberado de contratos a largo plazo que habían finalizado.
En este sentido, Acosta Burneo indicó que la mayor exportación no es un tema sostenible en el tiempo. Además al no haber habido refinación, la consecuencia lógica es que habrá más importación de combustibles.
Entre tanto, para Luis Calero, experto petrolero, la producción ecuatoriana refleja un estancamiento. Este estancamiento es la consecuencia de un desgobierno en el sector, debido a que quienes han estado encargados de las entidades como el Ministerio y Petroecuador han sido personas que considera no adecuadas. Además, Calero advierte que la falta de definición sobre lo que sucederá con el ITT, puede generar consecuencias exageradamente complicadas para el país a futuro. Explica que si se deja de producir en el ITT, esto generará una reducción no solo de los 56.000 barriles que produce el ITT, sino que afectará al bloque 31 también. Para Calero esto sería una omisión nefasta para el sector.
En este sentido, considera que el Gobierno debería tomar la decisión de no dar cumplimiento a lo dispuesto en la consulta, indicando que es físicamente imposible hacerlo. Es que la pregunta planteaba dejar el crudo del ITT en el subsuelo y esto es imposible de cumplir. En este sentido, explica que es un principio básico de la filosofía del derecho, que si una autoridad no cumple algo que es imposible cumplir, no debe ser castigada por ello. En este sentido no habría peligro de una destitución por incumplimiento. (I)