Las alarmas por tres masacres registradas en tres días consecutivos en Manabí mantienen en vilo a la población, mientras los agentes de Inteligencia buscan respuestas. La Policía de Manabí investiga la participación de organizaciones delictivas en las tres últimas masacres ocurridas en Tosagua, Manta y Montecristi, que dejaron ocho muertos y al menos una docena de heridos.
Además, realizan diligencias para determinar si los ataques están relacionados. Estos eventos se registraron a día seguido, todos en cantones del centro sur de Manabí, una zona dominada por los grupos delictivos Los Lobos y Los Choneros.
Estos dos bandas se disputan el territorio por narcotráfico, extorsiones y crimen organizado. De hecho, Los Lobos están en guerra con Los Choneros, banda debilitada tras la fuga de su líder máximo, José Adolfo Macías Villamar, alias ‘Fito’, de la cárcel Regional de Guayaquil.
Según informes policiales, alias ‘Fito’ aún no ha elegido a su sucesor, pese a permanecer en la clandestinidad para no regresar a la cárcel de La Roca, donde debe purgar una pena de 34 años de cárcel por narcotráfico, delincuencia organizada y homicidio. Aunque dos de sus hombres de confianza se disputaban el relevo: El hermano de ‘Fito’, Javier Macías, alias ‘Javi’; y Walter Fernando Burgos, alias ‘Pecho Amarillo’, quien fue detenido por el Bloque de Seguridad el 24 de marzo de 2024.
Masacres a día seguido
El primer caso se registró el domingo 12 de mayo, en Tosagua, en un gabinete de belleza, ubicado en la zona céntrica del cantón, donde un grupo de sicarios ingresó al lugar y disparó. El resultado fue de cuatro muertos y dos heridos. Casi 24 horas después, al medio día del 13 de mayo, otras cuatro personas fueron asesinadas afuera de un taller mecánico del barrio Centenario, en Manta.
Y el más reciente caso, que dejó dos muertos y ocho heridos, ocurrió la tarde del martes 14, en el cantón Montecristi, donde sujetos dispararon contra un grupo de personas que se encontraba en una cancha. Frente a estos casos, la Policía Nacional ha informado que sus unidades especializadas ejecutan labores operativas y de investigación. Finalmente, la fuerza pública verifica el pasado judicial y las actividades de las víctimas.
Fuente: Primicias
